Vamos a tratar de valorar en estas líneas si es interesante la contratación de un seguro para máquinas expendedoras de tabaco, si hay posibilidad de contratación en el mercado y cuáles son sus costes. Parece que los amigos de lo ajeno se han marcado como objetivo nuestras máquinas expendedoras de tabaco como algo sencillo y rentable de sustraer en bares y gasolineras. Por otro lado, ha aparecido en el mercado con mucha fuerza un nuevo seguro para máquinas expendedoras de tabaco con el fin de cubrir estas contingencias, que tendrá sin ningún género de dudas, un largo recorrido.
Después de un 2015 muy duro para el sector, annus horribilis en cuanto a robos en estancos, parece que la tensa calma ha vuelto a nuestros establecimientos hasta alcanzar cifras más propias de la actividad. Hay robos, siempre los ha habido en nuestros locales, pero de forma más contenida y con cifras, aunque dolorosas por todo lo que conlleva cada caso particular, más normales. Pensemos que en el 2015 en zonas geográficas concretas del estado Español, la tasa de estancos/robos, llegaba a cotas del 20%. Es decir, 1 de cada 5 sufriendo un robo,… en un mismo año! Cifras realmente alarmantes y preocupantes.
Como consecuencia de esta gran oleada de incidentes que ha durado esta vez algo más de un año – septiembre 2014 hasta noviembre 2015, la anterior oleada data del 2012- se ha producido una considerable inversión en medidas de autoprotección frente a estos robos en muchos de nuestros establecimientos. A esta inversión por miedo o auto convencimiento, hay que sumarle las inversiones en seguridad debido a las cada vez más exigencias de las aseguradoras para contratar un seguro para un estanco.
Cadena de distribución de las labores de tabaco.
Si observamos la cadena de distribución de las labores de tabaco, podemos apreciar que la mayoría de los agentes intervinientes en la distribución, ya han tomado medidas de autoprotección para evitar, en la medida de lo posible, los fatídicos robos:
1. Logista: Distribución segura.
2. Transporte propio del estanco: Distribución vulnerable. Dependiente del estanquero. Medidas de protección del vehículo de transporte y hábitos de seguridad.
3. Estanco: Sistemas de autoprotección en el estanco.
4. Bar: Fuera de nuestro alcance, los sistemas propios del establecimiento. Depósito de máquina expendedora de tabaco.
Los grandes almacenes centrales de Logista, así como las delegaciones provinciales y los vehículos de transporte que reparten de la saca, ya sea ordinaria o extraordinaria que llega a nuestros estancos, son elementos seguros de la cadena. Esto no quiere decir que estén exentos de robos, pero sí que estos agentes están más y mejor protegidos desde hace ya unos cuantos años. El distribuidor principal nos trae y abastece de las labores de tabaco hasta nuestros estancos de forma segura y es desde ese momento, el de la recepción, en el que pasamos a proteger y custodiar esa mercancía.
Cuando acudimos nosotros mismos a abastecernos de tabaco a una delegación provincial de Logista, con transporte propio, pasamos a formar parte de la cadena de distribución antes de llegar al estanco y por tanto, estamos asumiendo un riesgo durante su transporte. Para el estanquero es este es sin duda, uno de los momentos más críticos y vulnerables de la cadena. Es muy recomendable que dispongamos de un vehículo acondicionado para tal fin, que quede oculta la mercancía transportada e, importantísimo, ir del almacén de Logista a nuestro estanco directamente, sin paradas.
Como veíamos en la cadena de distribución, todos los agentes intervinientes en el proceso han realizado mejoras en el ámbito de la seguridad. Cada día se lo estamos poniendo más difícil a los ladrones, tanto el distribuidor principal en sus almacenes y delegaciones, como en los vehículos de transporte utilizados. Nosotros los estanqueros, también hemos aprendido a ir a abastecernos de mercancía a Logista y tomar precauciones en el transporte del tabaco hasta llegar a nuestro estanco. Y en los estancos, en general en estos últimos años, ha habido una considerable inversión en medidas de seguridad tal, y como comentábamos al principio de estas líneas.
Bares y gasolineras, el distribuidor más vulnerable
Pero hay un agente final de la cadena, el de los bares y gasolineras – 250.000 máquinas que casi maneja el 40 % de las ventas totales nacionales de nuestro principal producto-, que no dependen de nosotros ni podemos exigirles nada. Es nuestro partner o socio comercial. Tenemos competencia con otros estancos y hacemos lo que podemos. No estamos para muchas exigencias. Si no le ponemos la máquina nosotros, se la pondrá otro compañero. Pero claro, la inversión es importante. Compramos una máquina expendedora y se la dejamos en depósito (3.000 €), la llenamos de tabaco (1.500 €) con el correspondiente cambio (300 €)…y no tenemos ningún control sobre su establecimiento, sobre sus sistemas de seguridad, sobre sus hábitos en esta materia, etc. Hemos invertido unos 5.000 € de nuestros recursos propios y depositados en un establecimiento que es de un tercero, con el riesgo que ello conlleva.
Los delincuentes siempre buscan el camino más fácil, más sencillo. Si la cadena se fortalece en los primeros eslabones, estarán al acecho hasta encontrar la oportunidad de la vulnerabilidad. Es decir, al ir incrementándose la seguridad en una parte de la distribución, la vulnerabilidad se va desplazando a otras zonas menos seguras.
Nos encontramos entonces la realidad siguiente: por un lado tenemos a nuestros socios o “partners” de bares o establecimientos hosteleros que nos ayudan a mejorar nuestra facturación en la venta de tabaco, por tanto, imprescindible para muchos estanqueros. Las protecciones en materia de seguridad son las propias del establecimiento. Nuestra relación comercial con el explotador del bar, en la mayoría de ocasiones queda en el aire, al no existir en la mayoría de los casos un contrato mercantil que determine las obligaciones del propietario del bar y las nuestras, y por tanto, queda abierto a la buena voluntad de las partes. En definitiva, no sabemos qué pasará si nos roban una máquina y su contenido, si el explotador del bar nos pagará, si la tiene asegurada o si no, etc. Entramos en una relación comercial de alto riesgo en la que nosotros somos los que llevamos las de perder. Hemos realizado una alta inversión tanto en la máquina como en la mercancía, hay un riesgo potencial de robo importante por la vulnerabilidad de la cadena, y por último, no sabemos si en caso de robo, acabaremos percibiendo alguna cosa.
Seguro para máquinas expendedoras de tabaco. ¿Qué nos ofrece?
Como hemos visto anteriormente, la relación mercantil que tenemos con los bares es un tanto desigual. El estanquero asume la inversión, el riesgo económico, el mantenimiento, las pérdidas o daños que le ocurran tanto a la máquina como al tabaco en caso de robo, etc… y en caso de incidencia siempre dependeremos de la buena voluntad del propietario del bar para poder recuperar alguna cosa que han ocurrido a los bienes depositados en el bar, que además es, el lugar más vulnerable de la cadena de distribución.
Con el seguro lo que conseguimos es que pagando una cuota anual por máquina, podremos limitar la pérdida anual y las desviaciones financieras de los riesgos derivados de la explotación de las máquinas expendedoras de tabaco. Es pagar un forfait que nos garantiza un coste fijo en lugar de una pérdida variable. Veamos las coberturas del seguro.
Coberturas “todo riesgo”:
- Incendio, explosión y caída del rayo,
- Acción del agua,
- Fenómenos atmosféricos,
- Daños eléctricos,
- Robo, desperfectos por robo.
- Responsabilidad Civil.
Las coberturas sin duda se adaptan a las necesidades del estanquero y de su explotación.
Capitales a asegurar:
- Hasta 4.000 € por la máquina
- Hasta 1.500 € en tabaco.
Con esos valores asegurados dan cobertura a la gran mayoría de máquinas del mercado.
Prima anual:
74 €/ por máquina año.
Entendemos pues, que este nuevo producto de seguro es muy recomendable su contratación para la mayoría de estancos, ya que por una prima anual asequible, no dependeremos ni de la vulnerabilidad del establecimiento donde tengamos depositados nuestra máquina expendedora y nuestro tabaco, ni de la buena voluntad del propietario del bar en caso de que sufra ese establecimiento algún robo, o desperfecto por robo, o cualquier quebranto patrimonial que nos venga derivado por la explotación de las máquinas expendedoras de tabaco.
Sin duda, el seguro para máquinas expendedoras de tabaco, ha venido para quedarse.
Datos de contacto: Sr. Lorenzo Navamuel – 934 504 977 – comercial@ctsseguros.com –http://www.seguroparaestancos.com/
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