Los ejemplos se siguen sucediendo y demuestran que la estrategia de subir el precio tiene un impacto enorme en la recaudación
Los países que ya han implementado medidas para aumentar el precio del tabaco, ya están sufriendo las consecuencias. Aunque a primera vista podría parecer un movimiento positivo para la salud pública, la realidad es que la estrategia está generando más problemas de los que resuelve. Y no lo decimos nosotros, lo dicen los datos. Veamos.
¿Cómo afecta a la recaudación fiscal?
Un ejemplo cercano lo encontramos en los Países Bajos, donde el pasado 1 de abril el precio del tabaco subió a más de 11 euros por paquete. Resultado: las ventas legales cayeron inmediatamente un 40% en junio, un 30% en julio y agosto. El gobierno holandés esperaba recaudar 400 millones de euros en impuestos, pero la realidad es que perderá 100 millones.
A medida que suben los impuestos, más fumadores buscan alternativas fuera del país, lo que reduce drásticamente la recaudación. Según estimaciones, un 35% del tabaco consumido en los Países Bajos no se compra localmente. Y el incremento fue de 1 € por paquete.
Impacto del aumento del precio
El incremento en los precios del tabaco alimenta el mercado negro. Los consumidores buscan alternativas más baratas, y el contrabando se convierte en una opción cada vez más atractiva. Los datos hablan por sí solos porque las consecuencias han sido inmediatas. Las ventas legales se han desplomado y han aumentado las cajetillas vacías de origen incierto.
Contrabando: un golpe a las arcas públicas
El contrabando no solo perjudica a los usuarios puesto que se desconoce su origen, sino que también es un duro golpe para las arcas públicas. En julio de este año, los funcionarios de aduanas del puerto de Róterdam incautaron 6 millones de cigarrillos y 4,5 toneladas de tabaco de liar. Si se hubieran vendido de manera legal, habrían generado 3,9 millones de euros en impuestos.
Es crucial que los legisladores encuentren un equilibrio. Si los precios suben, está claro que el contrabando crece y la recaudación fiscal se desploma, como ya está ocurrido en otros países.
¿Qué pasará en España?
El reto está sobre la mesa: ¿es viable subir los precios del tabaco para desincentivar su consumo o estabilizarlos para evitar que el mercado negro y la evasión fiscal crezcan? Solo el tiempo lo dirá, pero los datos actuales dejan claro que subir los precios no siempre es la mejor solución.