España ha batido este año el récord de exportación de tabaco al extranjero en casi tres décadas. Portugal y Alemania han aumentado el volumen económico de sus importaciones en hasta un 177,92 %, afianzando así su posición de liderazgo. A pesar de todo, el déficit comercial se mantiene y seguimos comprado más de lo que vendemos.
Así es como funciona la economía: cultivamos y exportamos tabaco crudo a otros países y, al mismo tiempo, nuestras fábricas lo importan de otros tantos. Yo te doy tú me das.
Sea como fuere, este año se ha marcado un hito económico en el comercio exterior del tabaco sin elaborar. En los primeros seis meses de 2023, España ha ingresado por exportación de tabaco al extranjero un + 65,4 % más que en el mismo período del año anterior. Es el máximo registrado desde que se empezaron a recoger datos en 1995.
Pero, ¿a qué se debe este aumento? ¿Tanto hemos vendido? La respuesta es no. No hemos vendido más: hemos vendido más caro. ¡Ay, la inflación! Efectivamente, el tabaco español se vende ahora más caro que años atrás, por muchas razones. Una de ellas es la situación económica del cultivo.
En breve, la inflación ha provocado un fuerte incremento «del coste de los combustibles, la electricidad y los fertilizantes; éstos, sumados al incremento en los costes salariales, han tenido un gran impacto en los costes de producción agrícola […]», según informa el sector.
Es una cadena y aquí nadie se libra. Tampoco los estancos. Si la inflación sube, el precio sube. Si el precio sube, el consumo legal se desplaza al mercado negro y los estancos perdemos nuestras ventas. Y esto no puede pasar.
En Infoestancos seguiremos de cerca la evolución del mercado y, como siempre, os seguiremos informando.