Autor: Infoestancos

Espectacular llegada de la gran apuesta de Philip Morris deI IQOS Iluma, el mayor salto tecnológico de Iqos desde su lanzamiento. La presentación en Madrid y Barcelona causó gran expectación y maravilló entre todos los afortunados invitados al evento. Infoestancos estuvo allí. Así fue y así te lo contamos…

Philip Morris sigue marcando el ritmo del futuro del tabaco. La presentación del nuevo modelo de la factoría fue sencillamente espectacular. No se escatimaron recursos ni atenciones por parte de todo el equipo de la multinacional, con el objetivo de que el invitado disfrutara de la intencionada experiencia inmersiva de sensaciones. Una imponente entrada hall donde el color y la luz nos transportaba a un ambiente futurista, de ciencia ficción. Como apuntaba el presidente de la compañía en España y Portugal D. Enrique Jiménez, “esto es ciencia y no ficción”. Esa es la sensación que transmitía todo el imponente montaje, de película. El túnel que intenta trasladar al espectador la sensación de la revolucionaria inducción de IQOS, el humo, el olor… cuidado hasta el mínimo detalle. Los cócteles de Adrián Sehob y los platos exquisitos basados en técnicas de cocina sin combustión del chef Mario Sandoval, ambos reconocidos usuarios de IQOS, remataron el evento.

PMI le ha dado otra vuelta de tuerca al tabaco. Están en otra pantalla. Los más de 8.000 millones de dólares invertidos en IQOS hasta el momento nos dan buena muestra de por donde cree el fabricante que pasa su propio futuro, y por extensión, el del tabaco. Esta insistente focalización hacia nuevas formas de fumar no es baladí. El fabricante, líder en la actualidad del sector del tabaco en el mundo, está convencido de la desaparición del cigarrillo convencional en un plazo de 10 años. Ha puesto fecha de caducidad al Marlboro y centra sus esfuerzos en la sustitución y adaptación de los fumadores “analógicos” a estos nuevos productos claramente más beneficiosos para su salud. Ahora mismo, no hay licencia de estanco inferior a ese plazo. Nos va a tocar a todos. Hay países como por ejemplo Japón, donde ya se vende más Heets y Terea que Marlboro.

Y que decir del producto…  más allá de las especificaciones técnicas que ya explicábamos aquí (link), el IQOS Iluma parece sacado de una joyería: la caja, los colores, la personalización del producto, el tacto,… una joya. No se ensucia, no hay ceniza. Ni huele.  

El fabricante ya sabe que no todos los países son Japón ni nosotros somos japoneses. En la península quizás no sea tan fácil una implantación tan fulgurante. Necesitarán su tiempo. Y la red de expendedurías es y será uno de los factores determinantes de su éxito. La apuesta de PMI por el estanco es total, por comercialmente necesaria y legalmente imprescindible.

Cuanto antes le hagamos un hueco en nuestras estanterías y más relevancia tenga en nuestra caja diaria, más cerca puede que estemos de consolidar nuestro propio futuro. Seguramente, de la capacidad de trasformación y adaptación hacia esos nuevos mercados depende el futuro del sector del tabaco. El de todos nosotros. No debemos ni podemos perder ese tren. Nos jugamos demasiado.

Seguimos con vuestras preguntas y nuestras respuestas de la sección FAQs que tanto éxito está teniendo entre todos vosotros. ¡A nosotros también nos gusta!

¿Qué podemos hacer si muere el titular y cómo funciona en el Comisionado?
Aquí tienes nuestra respuesta en la sección FAQs Legal. ¿Qué pasa con el estanco si muere el titular?

No os perdáis el resto de preguntas y respuestas de esta fantástica sección.

Dos años de pandemia comercial

Ahí es nada, y ya llevamos dos años de pandemia, un fenómeno tan inesperado como inaudito de una enorme repercusión social. Aunque los estancos hemos mantenido nuestras puertas abiertas en todo momento, los cambios socioeconómicos que ha traído consigo nos afectan como al que más: modificaciones en los hábitos de compra, nuevo reparto del poder adquisitivo, más inseguridad en las calles, falta de trabajador@s, bajada de ventas, transformación digital, nuevas formas de pago… ¿Qué nos ha sucedido? Os dejamos una pincelada de estos dos años.

• • Transformación digital. Si algo podemos imputar a la pandemia sin titubear ni un segundo es el salto a la red. Las compras por Internet se han disparado… y no han vuelto a bajar. El tabaco no se compra en Internet, hay que venir al estanco, pero los terceros productos sí, algo que habrá que tener muy en cuenta.
  • Descenso acumulado de ventas. Las ventas de tabaco en estancos (nos saltamos las del mercado negro) han caído en picado, y aunque en 2021 hemos recuperado cuota, no ha sido suficiente. Habrá que ver qué nos trae 2022, con todos los cambios normativos previstos, pero esperamos que nuestros responsables en el gobierno tengan suficiente cabeza para apreciar que lo que ha bajado con la pandemia son las ventas [legales], no el número de consumidores.
    
  • Tarjetas y ‘bizums’. Uno de los principales deberes que ponemos a los representantes del sector es negociar las comisiones de las TPV con las entidades financieras, porque esta forma de pago se ha instaurado totalmente, y nos sale muy cara. Y la gran novedad en pagos, Bizum, aún está lejos de llegar al sector. ¡Hay que ponerles las pilas!
  • Percepción del consumidor: somos la tienda de confianza. Aah, el estanco…, ¡todos cuentan con él! Y es que nos lo hemos ganado a pulso, y seguiremos a la altura. Hemos abastecido a nuestros clientes incluso cuando no contábamos ni con las medidas de protección más básicas y dado una repuesta ágil a las necesidades que han ido surgiendo. Y seguimos ahí, transmitiendo confianza, no lo olvidéis.
  • Percepción del consumidor. El tabaco cuesta dinero, bien lo sabe el ladrón, y cuando pintan bastos…, nos hemos visto obligados a redoblar nuestras medidas de seguridad, con el coste que ello supone. Pero no podemos bajar la guardia, ni ahora ni en los tiempos que vienen.

A finales de los noventa, surgió un sistema legal y comercial del tabaco que nos retorna la imagen de un titular detrás del mostrador, expidiendo tabaco apaciblemente sin demasiadas preocupaciones. Pero ley a ley, reforma a reforma, los cambios en este modelo ideal han ido mermando la viabilidad del negocio estanquero hasta día de hoy, que con el tabaco ya no es suficiente.

Los ingresos adicionales que proporcionaba el segundo canal han desaparecido y, además, la gestión delegada, a pesar del trabajo y los gastos que genera, no se puede cobrar. Los ingresos por información de ventas desaparecieron. En el capítulo de gastos, han subido el salario mínimo y el convenio, el precio de los alquileres, de la luz, de los suministros en general, y se han creado nuevos impuestos y otras obligaciones.

Hacienda, que cuenta con más información y datos económicos que nadie, es sabedora de todo ello, hace años que tiene las cuentas hechas. Se sacó de la manga la declaración responsable de terceros productos para intentar compensar el previsible trompazo y que la Red fuese adaptándose a un nuevo modelo mixto. La realidad, sin embargo, difiere muchísimo del papel.

Desde las ventanas del Ministerio, las cosas se ven sencillas y harmónicas, como en una maqueta; pero a pie de calle, la cosa cambia. Para un técnico de Hacienda, los números son bien sencillos: si un estanco que factura 700.000 euros vende 70.000 en productos con buen margen, consigue cerca de 100.000 euros de ingresos brutos. Y con ello sería suficiente. Pero han pasado un puñado de años, y pocos han conseguido implantar el modelo mixto en el estanco. Esos números no salen por ninguna parte.

¿Por qué?, nos preguntamos. La respuesta, probablemente ya la conocéis: los estancos somos un modelo en transición, no estamos lo suficientemente preparados para competir en el mercado libre…, aún. Estamos en ello, solo debemos aprender más, y mejor.

Seguiremos hablando de ello en nuestro tercer post sobre la transición de los estancos hacia un nuevo modelo mixto. ¡Esperamos que lo disfrutéis!

A finales de los noventa se reformuló todo el sistema legal y comercial del tabaco. Desapareció el monopolio mayorista y el sistema establecido por la Ley del tabaco ha perdurado 25 años, hasta hoy. Pero ley a ley, reforma a reforma, este sistema ha ido cambiando y el resultado es que en la actualidad, los estancos ya no son suficientemente rentables.

En aquel ambiente de agitación, los estancos conseguimos sobrevivir como concesionarios del Estado y mantener la venta del tabaco en régimen de exclusiva. El modelo que surgió en los años noventa nos retorna la imagen del titular detrás del mostrador, expidiendo, despachando el tabaco que le piden sin tener que preocuparse de nada más que de los rifirrafes por el segundo canal, que por aquel entonces llamábamos «competencia desleal».

Poco a poco, los cambios en el sistema han ido mermando la viabilidad del negocio estanquero. Durante los primeros años, el descenso del consumo provocado por las restricciones sanitarias quedó compensado con el aumento de los precios. Menos volumen de ventas, mismos euros. ¡Incluso mejor!, podría pensase.

▪ Con el tabaco ya no hay bastante

Pero en la última década, las ventas han disminuido no solo en número de cajetillas, sino también en euros. Un descenso lento, pero inexorable, inevitable. Podemos intentar frenar la caída, pero el volumen de ventas de tabaco ya no puede remontar.

Nuestro 8,5% de comisión no garantiza suficiente rentabilidad para pagar los crecientes gastos y tributos y dejarnos unos ingresos dignos. Todos conocemos estancos que no levantan cabeza. Estancos que se venden y revenden, una y otra vez, pero no consiguen salir adelante. Estancos que cierran repentinamente. Estancos que ora tropiezan ora se levantan, haciendo cola a diario en Logista, esperando un milagro, que vuelvan los buenos tiempos.

Los buenos tiempos no volverán; no para el tabaco. La lucha de las administraciones contra el tabaquismo va cuajando. Las prohibiciones de fumar, primero en el trabajo, luego en casi todas partes, y pronto también en las terrazas y otros espacios al aire libre que parecían intocables, han reducido notablemente el consumo. «No es bastante», nos dicen en Sanidad. Nunca será bastante, ya lo sabemos. Nos espera el paquete genérico, una nueva ley, y luego, ¡a saber qué se les ocurre!

Pero nosotros tenemos planes. El estanco tradicional es un modelo en transición, que mira hacia un futuro mucho más brillante. Tenemos que abrir nuestras mentes para ver las oportunidades que están por llegar. ¡Os iremos hablando de ello!