El estanco post-covid

Dos años de pandemia comercial

Ahí es nada, y ya llevamos dos años de pandemia, un fenómeno tan inesperado como inaudito de una enorme repercusión social. Aunque los estancos hemos mantenido nuestras puertas abiertas en todo momento, los cambios socioeconómicos que ha traído consigo nos afectan como al que más: modificaciones en los hábitos de compra, nuevo reparto del poder adquisitivo, más inseguridad en las calles, falta de trabajador@s, bajada de ventas, transformación digital, nuevas formas de pago… ¿Qué nos ha sucedido? Os dejamos una pincelada de estos dos años.

• • Transformación digital. Si algo podemos imputar a la pandemia sin titubear ni un segundo es el salto a la red. Las compras por Internet se han disparado… y no han vuelto a bajar. El tabaco no se compra en Internet, hay que venir al estanco, pero los terceros productos sí, algo que habrá que tener muy en cuenta.
  • Descenso acumulado de ventas. Las ventas de tabaco en estancos (nos saltamos las del mercado negro) han caído en picado, y aunque en 2021 hemos recuperado cuota, no ha sido suficiente. Habrá que ver qué nos trae 2022, con todos los cambios normativos previstos, pero esperamos que nuestros responsables en el gobierno tengan suficiente cabeza para apreciar que lo que ha bajado con la pandemia son las ventas [legales], no el número de consumidores.
    
  • Tarjetas y ‘bizums’. Uno de los principales deberes que ponemos a los representantes del sector es negociar las comisiones de las TPV con las entidades financieras, porque esta forma de pago se ha instaurado totalmente, y nos sale muy cara. Y la gran novedad en pagos, Bizum, aún está lejos de llegar al sector. ¡Hay que ponerles las pilas!
  • Percepción del consumidor: somos la tienda de confianza. Aah, el estanco…, ¡todos cuentan con él! Y es que nos lo hemos ganado a pulso, y seguiremos a la altura. Hemos abastecido a nuestros clientes incluso cuando no contábamos ni con las medidas de protección más básicas y dado una repuesta ágil a las necesidades que han ido surgiendo. Y seguimos ahí, transmitiendo confianza, no lo olvidéis.
  • Percepción del consumidor. El tabaco cuesta dinero, bien lo sabe el ladrón, y cuando pintan bastos…, nos hemos visto obligados a redoblar nuestras medidas de seguridad, con el coste que ello supone. Pero no podemos bajar la guardia, ni ahora ni en los tiempos que vienen.