¿Revuelo en Canarias? Nuevos impuestos en cigarrillos electrónicos y vapers
Canarias se adelanta con cambios fiscales a los productos de vapeo para este 2024. ¿Llegarán también a la Península?
El gobierno de las Islas Canarias ha emergido como pionero al gravar el vapeo y los cigarrillos electrónicos con un impuesto de 0,10 euros por mililitro a partir del año 2024, de acuerdo a una revisión de la Ley del Impuesto sobre Productos de Tabaco. Esta medida busca prevenir la iniciación del hábito del tabaco, especialmente entre los jóvenes, aplicando tasas tanto a los líquidos de los vapers como a cualquier dispositivo electrónico, independientemente de si contienen o no nicotina.
Las Islas Canarias se colocan a la vanguardia como la primera comunidad autónoma en implementar gravámenes específicos para estos productos, anticipándose a una posible acción similar a nivel nacional. La adaptación a las recomendaciones fiscales de la Unión Europea y del Gobierno central refleja una tendencia europea, donde varios estados ya han legislado en la misma dirección, buscando actualizar el marco normativo.
Este cambio podría tener importantes repercusiones para los expendedores de tabaco, quienes tienen opiniones divididas sobre la fiscalización de estos productos. Por una parte, algunos preferirían que se graven impuestos para tener exclusividad en la venta en estancos, asegurando un control más estricto y, posiblemente, una demanda mayor en sus establecimientos. Por otro lado, hay quienes desean que permanezcan libres de impuestos, permitiéndoles mantener un margen de ganancia más amplio, ya que la imposición de tasas podría limitar sus beneficios.
La incertidumbre sobre el impacto económico en Canarias y la falta de claridad sobre la futura normativa en toda España generan preocupación entre los estanqueros. El Ministerio de Sanidad prevé un aumento de ingresos públicos a nivel nacional, calculando entre 7 y 48 millones de euros, dependiendo de la carga impositiva seleccionada.
Además, la implementación de un régimen fiscal específico para líquidos de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado añade una nueva dimensión al panorama. Estos últimos enfrentarán un impuesto de 28 euros por kilogramo de tabaco, en línea con la tendencia en otros países europeos.
La actualización de los gravámenes para la mayoría de bienes, incluyendo cigarrillos y puros, presenta desafíos adicionales para los estanqueros. El aumento del 2% al 4% en el caso de los cigarrillos puros y cigarrillos sueltos, y del 5% al 10% para otros artículos de tabaco, podría impactar directamente los márgenes de utilidad.
En conclusión, la imposición de impuestos a los cigarrillos electrónicos en Canarias abre un nuevo paradigma para los estanqueros, quienes se debaten entre la posibilidad de la venta exclusiva y el riesgo de ver reducidas sus ganancias.