Redes sociales en el estanco: nuevo recordatorio del Comisionado
El Comisionado insiste: la publicidad de tabaco online está prohibida. Repasamos las claves prácticas para tu día a día.
Llega septiembre y el Comisionado para el Mercado de Tabacos empieza el curso recordando una lección que nunca debemos olvidar: las redes sociales no pueden usarse para promocionar tabaco.
Tras varios expedientes sancionadores en los últimos años por uso indebido de redes sociales, en su última consulta publicada el CMT vuelve a insistir en lo mismo: no está permitido hacer publicidad de tabaco en ningún canal digital.
La consulta planteada
Un operador preguntó si las expendedurías podían contar con perfil público en redes sociales.
La respuesta del Comisionado
El organismo recuerda que:
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La publicidad, promoción o patrocinio de productos de tabaco está prohibida, ya sea en soportes físicos o digitales (incluidas redes sociales y páginas web).
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El incumplimiento conlleva sanciones que ya sabes, parten de los 9.000 euros pronto pago.
Lo que sí se permite
El matiz importante es que un estanco puede tener página web o perfil en redes, siempre que su contenido no haga referencia a productos o marcas de tabaco. Eso significa que sí es posible utilizar estos canales para:
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Informar de horarios, servicios añadidos y gestiones.
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Compartir actividades del barrio o noticias de interés local.
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Reforzar la identidad del estanco como comercio de proximidad.
Recordatorio práctico para el estanquero
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Nada de fotos de tabaco, logotipos de marcas ni promociones.
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Sí a la comunicación sobre servicios, cercanía y utilidad social del estanco.
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Mejor prevenir: si el contenido puede interpretarse como promoción de tabaco, es preferible no publicarlo.
Un recordatorio oportuno: las redes sociales son una herramienta válida para el estanco, siempre que se usen con cuidado y sin entrar en el terreno prohibido de la publicidad de tabaco.
Y como en todo inicio de curso, conviene repasar las normas básicas: usar las redes para informar y acercar el estanco al barrio, sí; promocionar tabaco, nunca.
Una lección que ya conocemos, pero que conviene tener siempre en la mochila.