España se queda sola con su plan antitabaco en Europa
Seguimos desgranando el despropósito de Real Decreto antitabaco que cada vez convence a menos. Europa lanza una advertencia clara: así no.
¿España intenta imponer su propia hoja de ruta sin contar con Europa? Esa es la sensación que ha dejado el intento del Gobierno de aprobar su nuevo Real Decreto antitabaco. Lejos de sumar apoyos, la propuesta ha encendido alarmas en Bruselas y ha provocado un bloqueo formal por parte de seis Estados miembros: Rumanía, Hungría, República Checa, Italia, Grecia y Suecia.
La Comisión Europea también ha expresado reservas. Y el mensaje es claro: no se puede legislar de espaldas al marco común.
Como ya te explicamos aquí, el procedimiento TRIS se activó tras la presentación de opiniones detalladas, lo que paraliza la aprobación del decreto hasta al menos el 28 de julio.
No es solo política. Es legalidad.
A las objeciones técnicas se han sumado otras de mayor calado. La CNMC ha advertido que el decreto presenta graves deficiencias legales, como la posible vulneración del principio constitucional de reserva de ley: se intenta restringir la libertad de empresa por vía reglamentaria, sin base legal suficiente.
También señala que medidas como la prohibición de sabores o el límite de 0,99 mg de nicotina por bolsa no están debidamente justificadas ni cumplen los principios de necesidad, eficacia y proporcionalidad.
Todo esto también te lo explicamos en profundidad aquí:
👉🏼 La CNMC cuestiona la nueva ley antitabaco (parte 1)
👉🏼 La CNMC insiste: dudas de forma, fondo y fundamento (Parte 2)
Europa frena el qué… y el cómo
Mientras la UE avanza hacia una estrategia común contra el tabaquismo, España se ha desmarcado sin diálogo ni coordinación. La Comisión y los seis países no rechazan regular, pero sí hacerlo sin rigor.
Se considera que el decreto distorsiona el mercado interior, vulnera artículos clave del Tratado de Funcionamiento de la UE y excede el marco armonizado de la directiva sobre productos del tabaco.
¿Un error de forma… o de fondo?
La norma española pretende ampliar la regulación a nuevos productos como:
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Bolsitas de nicotina
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Cigarrillos electrónicos sin nicotina
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Productos herbales para calentar
Pero el problema no es solo el contenido, sino el procedimiento. La Comisión advierte que no se han evaluado adecuadamente los efectos en la libre circulación de bienes, ni se ha presentado una base científica clara que justifique las restricciones.
La CNMC, respaldada por varios países, señala que el decreto prohíbe de facto estos productos sin haber valorado alternativas menos restrictivas, como reforzar los controles a menores, impulsar campañas educativas o limitar únicamente los sabores dirigidos a ellos.
El límite de 0,99 mg por bolsa también ha sido criticado por no ajustarse a la evidencia ni al estándar europeo. Además, algunos países denuncian que no fueron consultados, lo que refuerza la imagen de un proceso unilateral.
El Gobierno, en el punto de mira
A esto se suma la controversia generada por las respuestas del Ejecutivo en sede parlamentaria. Afirmaron no tener constancia de evidencia suficiente sobre el papel de los sabores en el abandono del tabaco, pese a que sí existen estudios y referencias internacionales.
Y lo más llamativo: declararon que las bolsitas de nicotina son ilegales, a pesar de que desde el 1 de abril están siendo gravadas con impuestos especiales. Una contradicción que pone en duda la coherencia del planteamiento normativo.
Puedes ampliar esta parte aquí:
👉 Gravadas pero ilegales: las bolsas de nicotina y el surrealismo parlamentario
Más allá del “no”: una oportunidad para hacerlo bien
Las objeciones europeas no son un portazo, sino una oportunidad para corregir, equilibrar y reforzar la legitimidad de la norma.
Entre las propuestas planteadas destacan:
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Aprobar la regulación mediante una ley, no por decreto
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Establecer límites realistas de nicotina (entre 16,6 y 20 mg/bolsa)
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Restringir sabores específicamente atractivos para menores, no todos indiscriminadamente
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Reforzar el control de ventas y desarrollar campañas de sensibilización