Gobierno italiano declara el CBD como estupefaciente prohibido
Meloni busca prohibir el CBD en Italia, generando polémica en la industria del cáñamo. Conoce todos los detalles y las reacciones aquí
La industria del cáñamo en Italia enfrenta un nuevo desafío con la reciente inclusión del CBD en la lista de estupefacientes prohibidos. Esta medida, impulsada por el gobierno de Giorgia Meloni, ha generado un fuerte rechazo entre los productores y empresarios del sector. ¿Qué implica realmente esta decisión? Aquí te lo contamos.
Un intento anterior fallido
No es la primera vez que Italia intenta prohibir el CBD. Ya en 2020, el Ministerio de Salud intentó una medida similar, basándose en un decreto presidencial de 1990. Sin embargo, la Justicia rechazó la prohibición, contradiciendo los esfuerzos del gobierno. ¿El motivo? Una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea declaró que el CBD no es un narcótico y puede comercializarse legalmente entre los Estados miembros.
Un nuevo intento, viejos problemas
La reciente resolución del Ministerio de Salud italiano pretende prohibir completamente todos los derivados del cáñamo, incluyendo el CBD. Pero esta decisión debe ser ratificada por el Parlamento para entrar en vigor. De ser aprobada, la normativa afectará gravemente a la industria del cáñamo, que incluye a más de 15.000 puestos de trabajo y genera unos 500 millones de euros anuales.
Reacciones de la industria en Italia
La respuesta de la industria del cáñamo no se ha hecho esperar. La confederación agrícola Cia-Agricoltori Italiani ha criticado duramente la medida, acusando al gobierno de no consultar a los productores antes de tomar una decisión tan drástica. Cristiano Fini, presidente de la confederación, destacó que esta medida «humilla a los agricultores» y pone en riesgo una cadena de producción de alto valor añadido.
Impacto potencial en el mercado
De aprobarse la resolución, más de tres mil empresas podrían cerrar, dejando sin empleo a alrededor de 15 mil trabajadores. Además, la prohibición de las flores de cáñamo, incluso aquellas con menos del 0,3% de THC, paralizaría un sector con un enorme potencial en otros campos.