Revolución sin combustión: ¿La OMS está perdiendo la oportunidad de reducir el tabaquismo?
Desavenencias entre la OMS y las alternativas al tabaco: ¿Está la Organización Mundial de la Salud pasando por alto soluciones efectivas para salvar vidas?
Esta semana pasada se ha celebrado en Panamá la 10ª Conferencia de las Partes (COP10) del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco (CMCT) con el propósito de examinar la aplicación del Convenio y tomar decisiones clave, aunque no vinculantes, que pueden afectar las políticas públicas sobre el tabaco de muchos países.
Y en medio de este debate, surge una pregunta crucial: ¿Está la OMS desaprovechando las alternativas libres de humo y con ello, la oportunidad de mejorar la salud de más de mil millones de fumadores en todo el mundo?
Críticas a la postura de la OMS
Expertos de renombre, incluido el Dr. Clive Bates, exdirector de Action on Smoking and Health (Reino Unido), cuestionan la actitud de la OMS, que parece dar la espalda a soluciones que podrían reducir drásticamente los daños del tabaquismo. Alternativas como el cigarrillo electrónico, los dispositivos de calentamiento de tabaco, las bolsitas de nicotina o el snus, son señaladas como herramientas que podrían disminuir la exposición a sustancias tóxicas hasta en un 95%.
La evidencia respalda las alternativas
Países como Suecia, Nueva Zelanda, Noruega, Reino Unido y Japón han experimentado reducciones significativas en las tasas de tabaquismo gracias a la adopción de estas nuevas alternativas. Por ejemplo, Suecia está a punto de convertirse en el primer país del mundo libre de humo, gracias al uso extendido del snus, lo que ha llevado a una disminución del cáncer y otras enfermedades relacionadas con el tabaco.
¿Por qué la resistencia de la OMS?
A pesar de la evidencia científica que respalda estas alternativas, la OMS continúa clasificándolas como una amenaza, ignorando su potencial para salvar vidas. Esta postura ha generado críticas de diversos expertos, quienes señalan la falta de base científica y la tendencia de la OMS a desestimar los informes que los avalan.
¿Qué se puede hacer?
Expertos como Rafael Lara Liy, catedrático de derecho de la Universidad Autónoma de México, abogan por una regulación proporcional al riesgo de estas alternativas, en lugar de políticas públicas basadas en la desinformación. Se requiere un enfoque equilibrado que proteja a los jóvenes sin descuidar las necesidades de los adultos fumadores que buscan dejar el hábito.
Conclusión
La resistencia de la OMS a reconocer las alternativas libres de humo como herramientas efectivas en la reducción del daño del tabaquismo plantea interrogantes sobre su compromiso con la salud pública. Es hora de que se revisen las políticas actuales y se abrace la innovación como alternativa al tabaco tradicional.
Puedes consultar todos los detalles del encuentro en Panamá aquí.