Pues no, la respuesta es bien sencilla.
No esperemos a tener un robo para darnos cuenta que la póliza que tenemos contratada no es lo que esperábamos. Un siniestro mal resuelto es un torpedo en la línea de flotación a nuestro negocio. Que nuestro seguro no responde a las expectativas, ya sea debido a errores por las valoraciones en las mercancías, ajuar, efectivo, etc., o de descripción de puertas, accesos, protecciones, etc., es algo que debemos evitar antes de que sea demasiado tarde. Lamentarse, una vez ocurre el siniestro, no nos servirá de nada.
La gran mayoría de aseguradoras tradicionales no aseguran estancos debido a la intensa siniestralidad que padece el sector de forma periódica.
Las entidades financieras, en un intento de mejorar sus cuotas de mercado y sus resultados a corto plazo, se lanzan a la alocada búsqueda de contratar seguros a diestro y siniestro: seguros de hogar, coches, comercios… lavadoras, televisiones, … ¡lo que sea! El estanquero necesita de las entidades bancarias a diario, por tanto somos un blanco fácil. Y más si disponemos de pólizas de crédito, datafonos, etc. Hacer un seguro y cobrar el recibo sabe hacerlo cualquiera, el problema será cuando tengamos una incidencia importante, por ejemplo un robo, y que podamos resolverlo de forma satisfactoria conforme a nuestros intereses…
Perdamos unos minutos en revisar los términos importantes de nuestra póliza, y más si lo contratamos con alguna entidad o correduría no especializada en seguros de estancos. No perdamos de vista que nuestra actividad es de alto riesgo de robo. Nuestra mercancía principal es muy golosa. El tiempo que dediquemos a esta tarea puede que nos salve de un quebranto patrimonial importante más adelante. Si además, contratamos por mediación de una entidad bancaria el seguro de nuestro estanco, debemos extremar las precauciones. No conocen nuestras necesidades concretas, no son especialistas en el sector del tabaco y la formación de su personal, por lo general, es escasa. El seguro no debería ser nunca una moneda de cambio.
Partidas a tener en cuenta en nuestro seguro:
- Valoraciones de capital. Debemos comprobar que el valor del capital de existencias – tabaco- que aparece en nuestra póliza se ajusta a la realidad y a su momento máximo – saca + stock
- Valoremos el capital de ajuar – equipos y mobiliario- como si fuera nuevo. Mobiliario, equipos (LK Bitronik, Strator, etc.), contadores de monedas, estanterías, cava, etc.
- Otras mercancías. Deberemos también valorar las otras mercancías que disponemos para la venta a valor de coste y sumarlas al valor total de mercancías.
- Coberturas de efectivo. Nuestras coberturas en la póliza de dinero en efectivo deben de ser acordes a nuestras necesidades. Robo de efectivo en horas de cierre, atraco en el establecimiento o de transporte de dinero al banco para su ingreso, deben ser capitales que sean fiel reflejo de nuestras necesidades.
- Medidas de protección físicas. Revisemos que en las condiciones de la póliza aparecen nuestras protecciones tal y como son: cierres, puertas, ventanas, rejas, puertas secundarias y cualquier acceso que dispongamos debe estar reflejados en el contrato.
- Medidas de protección electrónica. Debe aparecer que disponemos de alarma conectada a central 24 h.
- ¿Qué hacer en caso de siniestro? Debemos conocer a la hora de contratar la póliza de quién y cómo se va a tramitar la incidencia, explicándonos de antemano donde dirigirnos y cómo hacerlo.
- Desconfiemos si nos proponen el seguro y no vienen a ver nuestro establecimiento. Nos estamos jugando mucho. Exijamos una revisión de nuestro estanco por parte de quien nos lo propone.
¡Evitemos las sorpresas!