Reunión de pastores, ovejas muertas!

Volvemos a hacernos eco de la inquietud de algunos compañeros que se quejan de que GM Global «les obligan a comprar una máquina» si quieren seguir suministrando a su gasolinera GALP. Desde la compañía se nos aclaro en términos rotundamente legales que «no se obliga a nadie a comprar una maquina» que es el PVR quien elige entre los tres más cercanos y, claro, bien pudiera ser que elija al (pobre ingenuo) que se la compre.

Este es un caso de libro. Una máquina específicamente diseñada para las gasolineras, con cobro y conectividad a través de la caja registradora, una maquina por tanto cara y que no encajará en ningún otro PVR debe comprarla la propia gasolinera(tienda de conveniencia en estación de servicio, perdón). Suya será para siempre y la amortizará en sus tiempos.

Sí, es perfectamente legal llegar a un acuerdo con una empresa fabricante de máquinas de vending para mejorar el parque de maquinas de una red de tiendas en estaciones de servicio (colocarles maquinas mejores que venderán probablemente bastante más). Y pretender que la factura la pague el estanquero. Reunión de pastores, ovejas muertas! Dos grandes empresas se ponen de acuerdo y acaba pagando el débil. Eso es lo que pasa y nuestros compañeros hacen bien en quejarse y denunciarlo.

Ya sabemos que de todos los operadores del mercado del tabaco nosotros estamos al final de la cadena alimentaria. Las grandes marcas, las empresas petroleras, cualquiera de ellos es miles de veces más poderoso que nosotros. En la ley de la jungla, tenemos todas las de perder. Pero lo curioso del caso es que nos vendieron que éramos concesionarios del Estado y que este Estado era un árbitro que nos iba a proteger de los desmanes de los monstruos del mercado libre. Sí claro, para esto está el Comisionado, ya caigo. Para poner orden, para evitar abusos, para proteger a SU RED contra estas conductas de los depredadores del mercado. ¿Me equivoco? Probablemente.