¿Es realmente peligroso fumar al aire libre? Exploramos la realidad científica detrás del humo en las terrazas y el tabaquismo pasivo
Partiendo del profundo análisis que estamos haciendo del Plan Integral de Control y Prevención del Tabaquismo (PIT) y siguiendo con el debate que generó el artículo sobre “Fumar en las terrazas: llénate de argumentos” y partiendo de la base de que se considera fumador pasivo a la persona que en un ambiente CERRADO inhala humo de tabaco procedente de otros fumadores, vamos a analizar con mayor profundidad qué dice la ciencia sobre el tabaquismo pasivo.
Todos estos datos no afectarían a los lugares al aire libre, como las terrazas porque evidentemente, no son espacios cerrados.
El debate científico: ¿Un riesgo real para los no fumadores?
A pesar de los esfuerzos por pintar el tabaquismo pasivo como una grave amenaza para la salud pública, la comunidad científica no ha llegado a un consenso sobre el tema. Incluso el profesor Sir Richard Doll, pionero en la investigación sobre la relación entre el cáncer de pulmón y el tabaquismo, expresó su escepticismo sobre los efectos del tabaquismo pasivo en su presencia. En 2001 ya declaró “Los efectos de que otras personas fumen en mi presencia son tan pequeños que no me preocupan”.
Realidades estadísticas: Los números no mienten
En 1998 la Organización Mundial de la Salud (OMS) se vio obligada a reconocer que los resultados de un estudio de siete años sobre la relación entre el tabaquismo pasivo y el cáncer de pulmón no eran estadísticamente significativos puesto que solo pudieron probar un aumento del riego de un 16 % – 17% para personas expuestas al humo del tabaco en lugares cerrados como casas particulares (esposas de fumadores) o lugares de trabajo cerrado. Por lo que el riesgo real para los no fumadores resultó ser mucho menor de lo que se había afirmado inicialmente.
Comité de investigación en Londres
En 2022 y después de una exhaustiva investigación de seis meses, (no 15 días) y tras recopilar pruebas escritas y orales de diversas organizaciones, incluyendo Action on Smoking and Health (ASH) o Cancer Research UK, el Comité de Investigación concluyó que no era fácil demostrar un vínculo convincente entre el tabaquismo pasivo y el cáncer de pulmón. Este informe fue contundente al afirmar que las pruebas reunidas no justificaban una prohibición total de fumar en lugares públicos. Incluso la coautora del informe, Angie Bray, expresó su oposición a esta medida en una carta al Daily Telegraph, subrayando la falta de justificación para tal prohibición basada en la evidencia recopilada.
La Perspectiva de los expertos: Un enfoque prudente
Incluso el informe del Comité de Asuntos Económicos de la Cámara de los Lores señaló en 2006 que la política gubernamental ha reaccionado de manera desproporcionada ante un problema de salud relativamente menor, sin tener en cuenta suficiente evidencia estadística.
Conclusión
En conclusión, al profundizar en los datos científicos sobre el tabaquismo pasivo, podemos entender que este fenómeno presenta un riesgo mínimo para la salud de los no fumadores, los últimos estudios hablan de entre un 1’5% y un 3% de riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón en fumadores pasivos en entornos cerrados donde la exposición al humo del tabaco es más concentrada.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos riesgos no se extienden a lugares públicos al aire libre, como las terrazas por lo que no justificarían una prohibición total de poder consumir un producto legal en un espacio al aire libre.