Buena noticia: la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se posiciona en contra de puntos clave de la nueva ley antitabaco. Un respaldo inesperado que todo estanquero debería conocer.
Seguimos analizando las implicaciones normativas que marcarán el futuro del sector. El último informe de la CNMC evalúa el impacto de una de las medidas estrella de la nueva ley antitabaco: la modificación del Real Decreto 579/2017. Y lanza un mensaje claro: la protección de la salud pública no puede utilizarse como argumento genérico para restringir el mercado sin evidencias sólidas.
Para poder profundizar en el informe, hemos dividido el contenido en dos partes. Esta primera entrega se centra en las medidas más controvertidas relacionadas con sabores, bolsitas de nicotina y justificación normativa. En la segunda parte abordaremos los efectos comerciales, los plazos de adaptación y el riesgo de rigidez en el mercado.
Para los estanqueros, que un organismo independiente como la CNMC, cuestione públicamente esta normativa es una buena noticia.
Supone un respaldo institucional que refuerza muchas de las preocupaciones que ya se viven en el día a día del estanco. Conocer este informe es clave para entender qué aspectos de la nueva ley antitabaco podrían no estar suficientemente justificados.
El principio de salud pública no exime de justificar las restricciones
El Ministerio de Sanidad justifica las nuevas medidas dentro del Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, pero la CNMC recuerda que cualquier intervención normativa debe cumplir con los principios de necesidad, proporcionalidad y no discriminación. Si las medidas no están suficientemente respaldadas por estudios empíricos o impacto técnico-económico, pueden resultar injustificadas y hasta contraproducentes.
Sabores limitados: menos opciones para dejar el tabaco
Uno de los puntos más polémicos del proyecto es la prohibición de sabores distintos al tabaco en los líquidos de vapeo. Para la CNMC, esto puede dificultar que los fumadores abandonen el cigarrillo convencional. De hecho, menciona evidencia científica que demuestra que la variedad de sabores juega un papel clave en la transición hacia productos menos nocivos.
Una “prohibición de facto” sobre las bolsitas de nicotina
Otra medida cuestionada es la limitación de nicotina a menos de 0,99 mg por bolsita, lo que dejaría fuera de mercado la mayoría de productos existentes. Esto supone una barrera directa a la innovación y a la competencia en un segmento emergente, sin una justificación técnica clara.
¿Consecuencias no deseadas? Menos competencia, más concentración
Al limitar la oferta, reducir la variedad y complicar la entrada de nuevos operadores, la CNMC advierte que el resultado puede ser el opuesto al que se busca: menos innovación, más concentración y pérdida de herramientas de reducción de daño. El debate está servido.
En los próximos días publicaremos la segunda parte de este análisis, donde abordaremos las implicaciones comerciales del nuevo RD del tabaco: empaquetado genérico, plazos de adaptación y barreras de entrada que podrían condicionar el futuro de los estancos.