Lo prometido es deuda, como decíamos en nuestro anterior artículo ¿Cuanto tiempo le queda a mi concesión?, la próxima es una pregunta que hemos recibido muchas veces ¿qué pasa cuando se acaba el plazo? ¿qué pasa cuando se llega a la fecha? ¿Qué pasará en el 2036? ¿Podremos prorrogar?
La respuesta si nos tenemos a la legislación vigente es sencilla:
La concesión se extingue. La credencial saldrá a subasta y se concederá de nuevo a quien más dinero pague. Mientras no sale a subasta el estanquero sigue gestionándola, explotándola, de manera provisional.
La esperanza de muchos es que ese periodo de provisionalidad pueda durar años. Hace unos meses tuvimos la primera subasta, pero hacía veinte años que el Estado no creaba nuevas licencias y 11 que no convocaba la subasta. Con estos tiempos la provisionalidad podía ser un nuevo plazo.
Pero los señores del Ministerio son astutos y en el proyecto de la nueva Ley del Mercado de Tabacos que sustituirá a la vigente, se dice que se convocará una subasta para antes de que se cumpla un año desde la extinción de la concesión. Es decir que quieren limitar el plazo, de explotación provisional de la licencia tras su finalización, a un año.
Esta ley no está aprobada y ya veremos cual es el texto final que se aprueba y se publica, pero Hacienda ya sabe que allí tiene un agujero y quiere taparlo.
Más fácil de decir, escribir, que de hacer. Cuando vemos que la subasta convocada en Julio de 2022 está nueve meses después pendiente de adjudicación provisional, parece claro que el Comisionado no tiene, en la actualidad, medios humanos y materiales suficientes para convocar una subasta anual que es lo que requeriría la nueva Ley. A partir de 2036 empezarán a finalizar concesiones cada año.
Faltan trece años. Y en trece años la ley puede cambiar varias veces. En su redactado inicial, la Ley preveía 25 años de licencia y que a su vencimiento se convocara un concurso en el que el actual estanquero tendría ventaja. Pero al cabo de siete años, cambiaron de idea. Sumaron 5 más y regularon que una vez finalizados los 30, el estanco iba a subastarse al mejor postor (sin ninguna ventaja para el actual estanquero). Como aun faltan trece años para llegar a la primera extinción de la concesión, es muy posible que vuelvan a cambiarlo.
El sistema de subasta es complicado. Y los adjudicatarios están teniendo muchos problemas para encontrar locales que cumplan las distancias. Los cambios de emplazamiento se han vuelto muy difíciles. Imposibles en según qué ciudades. Los efectos del cambio de medición están siendo muy importantes, en cuanto a estancos y PVRs. Pero esto lo dejamos para la semana próxima…
Xavier Tamareu Badimon
abogado 19118