La sanidad pública española, financiada en parte por los impuestos recaudados desde los estancos, cubre desde este año un tratamiento contra el tabaquismo. ¿Será el fin de nuestro sector?
Teniendo en cuenta que la mayoría de fumadores no desean serlo, no sería de extrañar que un tratamiento financiado para dejar de fumar tenga un gran éxito. Éxito de seguimiento; lo de los resultados está por ver. Pero ante la promesa de que en sólo 25 días un fumador empedernido puede despedirse para siempre de su adicción, tendremos que estar alerta: si nuestros clientes siguen en tromba el tratamiento, ¿lo notaremos?
El programa en cuestión se basa en administrar Todacitan de forma decreciente durante 25 días. Este medicamento no es nuevo, lo que sí lo es es que la Seguridad Social ahora lo financia. Algo que, si nos atenemos a las continuas advertencias de que «el tabaco mata», ya era hora. ¿Por qué no se ha puesto remedio hasta ahora? ¿Quizás porque se mataría a la gallina de los huevos de oro? Parte de la sanidad pública, así como de la educación, los transportes, etc., se financian con lo que se saca de nuestro sector. ¿Actuar de forma definitiva contra el tabaquismo es conveniente?
Tocando el bolsillo del fumador
En cualquier caso, gracias a la financiación del fármaco, el paciente se ahorraría parte de los casi 200 € que costaba hasta ahora. Cifra nada desdeñable, y aún menos si se suma al gasto en tabaco de los más «enganchados». Así pues, lo que puede marcar la diferencia en nuestros estancos es que dejar de fumar sea más barato. Que levanten la mano los fumadores que jamás se han planteado dejarlo. Se ven pocas manos, ¿verdad? Pues si las maravillas que se cantan del medicamento son ciertas y el boca-oreja lo va corroborando, a lo mejor esta vez sí nos hunden el negocio. El nuestro y el suyo. Veremos. Los estanqueros ya están acostumbrados a vivir con la amenaza. Sanidad, las sanciones, el fin del monopolio… el apocalipsis de cada día.
Condiciones para optar a exfumador
Para que el médico de cabecera considere que su paciente es digno del Todacitan hay que poder demostrar que se ha intentado dejar de fumar al menos una vez durante el año en curso. Además, hay que consumir un mínimo de 10 cigarrillos al día. Sin embargo, no debe ser oro todo lo que reluce, porque se ha limitado el tratamiento a uno al año. Señal de que a algunos no les funciona a la primera y necesitan otra oportunidad.
El CBD, chico para todo
Y por si fuera poco, se acaba de publicar un estudio que muestra que el CBD (la parte no psicoactiva del cannabis) también podría ayudar a dejar de fumar. El mecanismo es diferente del de la medicación: mientras que aquella simula los efectos de la nicotina en el cerebro, el CBD hace que la nicotina se metabolice más lentamente, con lo que el fumador puede aguantar más tiempo sin necesitarla.
En los próximos meses veremos si la lucha contra el tabaquismo ha hallado su aliado definitivo o si nos quedamos como estamos.