Prohibir los sabores no es solo una restricción: es el fin del vapeo. El 92% los usa. ¿Qué alternativa les queda? ¿Volver al tabaco? ¿El mercado negro?
El vapeo ha cambiado las reglas del juego. Lo que comenzó como una alternativa al tabaco tradicional, hoy es una herramienta clave para la reducción de daños. Pero, ¿y si se prohíben los sabores? Una encuesta de la Alianza Mundial de Vapeadores (WVA) lanza datos reveladores.
Los sabores, pieza clave para dejar de fumar
La encuesta, realizada por Dynata, revela que el 92% de los vapeadores en España usan sabores distintos al tabaco. Y hay una razón poderosa: el 87% afirma que los sabores les ayudan a mantenerse alejados del cigarrillo tradicional.
No solo eso. Casi el 70% de los exfumadores asegura que el uso de sabores fue clave para reducir su consumo de tabaco. Y el 14% declara que gracias a ellos dejó de fumar por completo.
Vapear como alternativa real al tabaco
La encuesta también pone sobre la mesa la razón principal por la que los españoles vapean:
- El 50,4% lo usa para fumar menos.
- El 23,9% lo eligió para dejar de fumar definitivamente.
- El 39,8% busca una forma menos nociva de consumir nicotina.
Los datos son claros: vapear es una opción que ayuda a reducir los riesgos del tabaco. Pero, ¿qué pasaría si se eliminan los sabores?
La prohibición de sabores: un golpe letal para el sector
El proyecto de Real Decreto propone que solo se permitan vapers con sabor a tabaco. Es decir, se prohibiría cualquier otro sabor, desde frutas hasta postres.
Los fabricantes tendrán 10 meses para adaptarse, mientras que los comerciantes dispondrán de 12 meses para vender su stock.
¿Qué implica esta prohibición?
- Eliminación de opciones para los vapeadores: El 92% de los usuarios usa sabores distintos al tabaco. La prohibición los obligará a elegir entre volver al tabaco o recurrir al mercado negro.
- Auge del mercado ilegal: Sin sabores disponibles en comercios legales, muchos vapeadores buscarán alternativas no reguladas, sin ningún tipo de control de calidad ni seguridad.
- Golpe económico a estancos y tiendas especializadas: Los comercios que dependen de la venta de vapers de sabores sufrirán grandes pérdidas. Muchos podrían cerrar.
Las consecuencias de una prohibición
Las cifras no dejan lugar a dudas. Si los sabores fueran prohibidos:
- 3 de cada 4 vapeadores dicen que les costaría mantenerse alejados del tabaco.
- El 50% volvería a fumar o buscaría sabores en el mercado negro.
Vapear como estrategia de salud pública
Alberto Gómez Hernández, de la WVA, lo resume bien: «La evidencia muestra que vapear ayuda a dejar de fumar, algo que otros métodos no han logrado con el mismo impacto«.
En lugar de prohibiciones, todo el sector sigue instando al Gobierno a basar sus decisiones en la evidencia científica. Si el objetivo es la reducción de daños, ¿tiene sentido poner trabas a una herramienta que está ayudando a miles de fumadores?