No es lo mismo lo que nos dicen y prometen, que los contratos que firmamos.
Se repite una y otra vez la misma situación. El último caso que tenemos constancia es el de una conocida marca de refrescos que nos cede una o más neveras con el fin de vender sus bebidas, su marca, sin coste para nosotros. Ellos se encargan de proveernos de estos productos y nosotros de darles un espacio y visibilidad. Para el departamento comercial de esta distribuidora, que es con quien tenemos el trato, todo es fácil y maravilloso. Ellos se encargan del mantenimiento del equipo, sus reparaciones, etc. y nosotros de vender sus bebidas a cambio de una margen muy superior al acostumbrado. Hasta aquí todo bien, si no fuera que nos presentan un contrato de cesión para firmar que dice lo siguiente en uno de sus apartados:
[box type=»shadow» align=»» class=»» width=»»]Responsabilidad civil: El CLIENTE se compromete a tener contratado y en vigor un seguro para el local dónde se encuentre el Equipo de Frío, que cubra las contingencias que éste pueda sufrir por robo, incendio, inundación o cualquier otro tipo de siniestro.[/box]
¿Qué sorpresa? Nos venden una cosa y nos hacen firmar otra. Y no es un cambio menor, sino que significa hacernos responsables de sus equipos cedidos en nuestro estanco. ¿Y por qué no nos lo explican?, ¿Esperan que nadie se lea el contrato?, ¿Nos tratan de idiotas?
[ads1]Pues ya está bien. Este contrato se suma a muchos otros de empresas que conociendo la extraordinaria capacidad comercial de la red nacional de expendedurías para vender sus productos nos buscan como socios, pero para hacerlo, nos quieren meter un gol absurdo en propia puerta. Mal empezamos. Porque si nos dicen que nosotros somos los responsables de su nevera y que hemos de incluir en nuestro seguro del estanco una cláusula que cubra las contingencias, es decir, los posibles daños que padezca el equipo, lo hacemos y santas pascuas. Pero si es como nos lo explican, que se encargan de todo …, vaya que si no es necesario, si ustedes se hacen cargo de todo, señores proveedores, modifiquen sus contratos. Así de sencillo. No se puede estar en misa y repicando.
Leamos los contratos antes de firmarlos, es imprescindible hacerlo en defensa propia. En caso de producirse algún daño o contingencia a los bienes cedidos, somos los responsables por mucho que nos haya dicho el comercial de turno. Lo hemos firmado. Por desgracia, esta situación se nos da con frecuencia. Demasiada. Llueve sobre mojado.