Las aguas están movidas entre los estanqueros con las promociones de tabaco de liar y sus regalitos, que algunas marcas llevan incorporando desde su mismísimo primer día en el mercado. Y no hablamos de menudencias, sino de productos con un valor de mercado real con el agravante que son, además, nuestra propia competencia. ¿Cornudos y apaleados?
Obsequiar mecheros y papeles de fumar de alta alcurnia junto a la picadura de liar se está convirtiendo en un hábito de los fabricantes que los estancos, hoy por hoy, toleramos peligrosamente y al que debemos poner fin sin más. El lucro cesante que su práctica supone para el colectivo no es nada despreciable, al tratarse dichos presentes de productos propios de un estanco cuya venta se está perdiendo.
[ads1]¿Quién va hacerse cargo de esas ganancias que estamos dejando de percibir? ¿El Comisionado para el Mercado de Tabacos? Sería lógico, ya que es quien autoriza las promociones que, por cierto, deberían durar tres meses como máximo… ¿Cómo se explica, entonces, que haya marcas con el consabido mechero bien pegado desde hace año y medio? ¿Por qué otros fabricantes que intentan hacer lo mismo para compensar esa desigualdad no consiguen la autorización? ¿En qué criterio basa el Comisionado su decisión? Tú, sí; tú, no…
Podemos negarnos a vender el producto con promoción, claro está, pero entonces perderemos, además de la venta del mechero, la del tabaco, y también al propio cliente, que no tardará en acudir a proveerse al estanco de al lado. Tres por uno.
El lucro cesante se basa en el futuro, su cuantificación se hace partiendo de lo que se esperaba percibir. Tomando en cuenta que el margen de la picadura de liar es muy menor al margen del mechero, o del papel de fumar, ¿cuánto dinero estamos perdiendo cada día? ¿Hasta cuándo?