Está ocurriendo lo que ya veníamos advirtiendo, tener nuestros negocios abiertos mientras la práctica totalidad de los comercios está cerrados, nos sitúa en una posición de vulnerabilidad frente robos con fuerza y con violencia. Esta semana nos ha llegado la noticia de que en el trascurso de un robo con violencia – atraco – ha sido apuñalado un estanquero y agredida una dependienta que se encontraban en el estanco cuando ocurrieron los desafortunados hechos.
El estanquero opuso resistencia y está hospitalizado de gravedad mientras que la dependienta ya ha sido dada de alta. Terrible, no nos vamos a acostumbrar nunca a que tengamos que vivir con esta lacra. Por mucho que sabemos que es mejor no enfrentarse a los atracadores y facilitarles, en la medida de lo posible, el efectivo que vienen a buscar y una huida rápida, en ocasiones una mezcla de tensión, nervios, impotencia y rabia, nos pueden jugar una mala pasada. Es complicado, pero no nos cansaremos de repetir aquello que aconsejan todos los cuerpos de seguridad MANTENER LA CALMA. Ahora estamos muy expuestos. A todo. También al atraco. Quizás un buen momento para revisar las recomendaciones de lo que debe hacerse en una situación como esta que publicamos ya hace algún tiempo (link) aunque es comprensible que a veces las circunstancias nos superen. Nadie sabe como va a reaccionar ante una situación de violencia.
[ads1]Calles desiertas, desplome económico, incremento súbito del desempleo, escasez de recursos…. no hay que ser muy listo para presagiar la que se nos viene encima. Y por si esto no fuera poco, en estos tiempos que nos ha tocado vivir de confinamiento y coronavirus, el llevar la cara cubierta por mascarillas, bufandas, pañuelos, etc. es no tan solo normal, si no que de obligado cumplimiento por responsabilidad social y sanitaria. Evidentemente esto ofrece a los delincuentes y oportunistas ir enmascarado por la calle sin llamar la atención con la sensación de impunidad que les da el “camuflaje”.
Esta semana nos llego este video de lo que es el clásico hurto al que con las condiciones actuales estamos súper expuestos. Soluciones, las de siempre, más bien pocas. Tener la sangre fría, no despistarnos del mostrador y los que podáis volver al blindado, pues … la cosa esta jodida y mas jodida q va a estar, la gente quiere seguir fumando, mas que antes incluso. Las redes del contrabando gibraltareño están suspendidas con los cierres de frontera. Los espabilados que fuman a granel van por ahí buscándose la vida. Mucho cuidado. Este es el segundo virus. Después de la plaga viene la gran crisis. La mayor que habremos vivido. Y nosotros allí, abiertos, envidiados, “moviendo” dinero. Habrá que protegerse un poquito.
Las palabras exactas que nos expresa el estanquero: “Ya van dos cartones de Marlboro que nos han robado en pleno día en la cara desde que empezó esta crisis. No sé si a alguien más le está pasando, pero qué extremen precauciones y sobretodo no poner los cartones encima del mostrador sin haberlos cobrado.”
Cualquier estanquero que haya dedicado años tras un mostrador, ya sabe de qué va la cosa. Tenemos que ser muy prudentes y cuidadosos en nuestros hábitos de seguridad. Crisis económica, desempleo, calles solitarias, caras tapadas… la tormenta perfecta! ¡Y estamos en el ojo del huracán!
No queremos acabar estas líneas sin desearle a nuestro compañero agredido una pronta recuperación, y a su familia un afectuoso abrazo de todo el colectivo de estanqueros de España.