Francia y Reino Unido lo confirman: el paquete genérico no solo no reduce el consumo, sino que impulsa el contrabando hasta un 20% más.
¿Qué es el empaquetado genérico?
El empaquetado genérico busca reducir el atractivo del tabaco. Es simple: todos los paquetes tienen el mismo aspecto, sin logos ni diseños llamativos. En teoría, esto desincentiva el consumo. Sin embargo, en países donde se ha implementado, el consumo ilegal de tabaco ha aumentado drásticamente.
¿Por qué preocupa a los estanqueros?
Esta medida está cada vez más cerca de España. En abril, el Ministerio de Sanidad lanzó un proyecto de Real Decreto sobre empaquetado genérico. Desde entonces, el sector espera el desenlace mientras Hacienda y Sanidad estudian las alegaciones presentadas. “Está al caer”, aseguran fuentes cercanas. Si se aprueba, los estanqueros temen que el mercado negro tome ventaja. En Francia, el consumo de tabaco ilegal ha alcanzado el 32%, y en Reino Unido, el 21%. En comparación, en España, el tabaco ilícito representaba solo un 4% en 2022.
Un peligro para el negocio legal
La lógica es simple: empaquetado neutro significa más facilidad para falsificar. Sin logos ni diseños especiales, el tabaco ilegal se vuelve más difícil de distinguir del original. Esto facilita el trabajo a quienes se dedican al comercio ilícito. Para el consumidor, el riesgo aumenta, ya que estos productos no pasan por ningún control de calidad. Además, los estanqueros pierden ventas, y el Estado, importantes ingresos fiscales.
Australia, el primer país en probarlo
Australia fue pionera en 2012. Diez años después, los resultados han sido alarmantes: uno de cada cuatro cigarrillos consumidos es ilegal. Antes del cambio, el consumo ilícito representaba solo el 11,5%. El problema creció tanto que en 2017 las incautaciones de cigarrillos ilegales superaron las 380 toneladas, el doble que en años anteriores.
Francia y Reino Unido: el mismo problema
Francia y Reino Unido, países con empaquetado neutro desde 2017, han experimentado situaciones similares. En Francia, el tabaco ilegal representa el 32% del consumo total, y en Reino Unido, el 21%. Esto contrasta con países como Alemania o Suiza, donde el empaquetado genérico no se aplica y el tabaco ilícito apenas llega al 2%.
¿Una medida que ahuyenta al fumador o a la economía?
Aunque el empaquetado neutro puede reducir la visibilidad del producto, la experiencia muestra que no necesariamente reduce el consumo. Según expertos, este tipo de medidas daña a los negocios legales mientras el mercado negro prospera. Los estanqueros y los consumidores enfrentan así un problema añadido: más tabaco ilegal y menor control sobre la calidad.