El proyecto de la nueva Ley del Tabaco (II)

En la parte I de este post os informamos que el Estado ya tiene aprobado el proyecto de la nueva Ley del Mercado de Tabacos. La previsión es que tengamos ley antes de seis meses, aunque —importante— hay que tener en cuenta que durante el trámite parlamentario, las enmiendas de los grupos políticos podrían modificar el contenido del redactado.

La idea principal que impulsa esta ley es ampliar el monopolio del tabaco a los cigarrillos electrónicos y otros productos innovadores que han ido apareciendo estos últimos años, un punto muy controvertido que juega a nuestro favor y en nuestra contra simultáneamente. Encontraréis la explicación en este post [parte I], junto a otra información importante sobre el proyecto.

La ley debería haber aprovechado para abordar y resolver algunos de los problemas actuales que tenemos los estancos, como los siguientes:

• La transparencia. La ley remarca que uno de sus principios es la transparencia. En cambio, a la hora de la verdad, de transparencia muy poca.
• No regula la publicidad de las concesiones. Como en cualquier otro registro público, la gente debería poder consultar libremente el estado de una concesión: si está embargada, cuántos años le quedan antes de extinguirse, si ha sido transmitida hace menos de cinco años, etc. Salvaguardando los datos personales de la persona concesionaria, esto sería imprescindible para la seguridad jurídica de los adquirientes.
• Promociones opacas. Tampoco hay transparencia en las promociones. A nuestro entender, el estanco debería poder consultar fácilmente si una promoción es vigente y de qué se trata.

• Sin jubilación y a subasta. Se reafirma, eso sí, la extinción de la concesión una vez transcurridos los treinta años de explotación. Se establece que, transcurrido dicho período, la licencia tendrá que ir a subasta antes de un año. El proyecto, por tanto, entierra las esperanzas de todos aquellos que creían que el estado alargaría de alguna forma la explotación —al menos hasta la edad de jubilación. No se prevé sistema alguno de renovación y la explotación provisional —hasta que salga la nueva subasta— no podrá superar los doce meses. La subasta se consolida como el sistema de otorgamiento de licencias, ayudada por el gran éxito recaudador obtenido en la primera.
• El margen. Los actuales márgenes del tabaco y timbre también se consolidarían en el actual proyecto, que ampliaría el 8,5 % hasta los denominados productos relacionados con el tabaco. A pesar del incremento de los costes de explotación y de las evidentes dificultades de algunos estancos, sobretodo de poblaciones pequeñas, parecería que estos márgenes son intocables.
• El canon concesional. Se pretende reafirmar y aumentar el canon, que se fijaría en un porcentaje único del 1,85 % sobre premios y comisiones. Un hecho que comporta una reducción de facto del premio del 0,157 %. Todo puede cambiar, pero si se aprueba la ley tal y como está en el proyecto, el premio del tabaco quedaría en un 8,343 %.