La Mesa del Tabaco refuerza su compromiso con una primera jornada junto a expertos y autoridades para seguir combatiendo el tabaco ilegal.
Un enemigo silencioso que cuesta millones
El comercio ilícito de tabaco no es solo un problema fiscal. Es una amenaza para el empleo, la seguridad y la viabilidad de los estancos.
Durante 2024, se interceptaron más de 5,9 millones de cajetillas ilegales en España. Y 160 toneladas de picadura también acabaron fuera de juego.
No hablamos de pequeñas partidas sueltas. Las redes están organizadas, adaptadas a la tecnología y en constante evolución.
Madrid acoge la primera jornada nacional
La Mesa del Tabaco ha celebrado la I Jornada contra el Comercio Ilícito, un evento clave en la sede de la CEOE.
Allí se dieron cita la Agencia Tributaria, Guardia Civil, FNMT, juristas, tecnólogos y expertos en ciberseguridad.
Todos con un objetivo claro: analizar el problema y reforzar estrategias conjuntas.
Esta primera jornada de la Mesa del Tabaco se suma a otras iniciativas destacadas de empresas del sector, como No Contrabando, el programa impulsado por Altadis–Imperial Brands, que lleva más de una década trabajando para concienciar sobre el impacto negativo del contrabando de tabaco.
¿Qué se necesita para frenar el fraude?
El mensaje fue unánime: cooperación, trazabilidad y concienciación. Sin estas tres patas, el tabaco ilegal seguirá circulando.
La trazabilidad europea, explicada por la FNMT, permite identificar productos legales y localizar puntos de fuga.
Y la colaboración entre lo público y lo privado ha demostrado ser una herramienta muy eficaz.
Internet, otro frente de batalla
Desde 2022, la Mesa del Tabaco ha eliminado más de 8.500 anuncios ilegales de venta en redes y webs.
El secreto: inteligencia artificial y Big Data. Gracias a estos sistemas, en 2024 han logrado una tasa de éxito del 98,6%, como ya te contamos aquí.
Pero la clave no es solo la tecnología. La clave está en que todo el sector reme en la misma dirección.
El sector planta cara y no piensa parar
La directora de la Mesa, Águeda García-Agulló, lo dejó claro: este ha sido solo el primer paso.
Habrá más jornadas. Más colaboración. Más presión. Porque el tabaco ilegal perjudica a todos.
Y los estanqueros, como parte esencial de la red legal, son aliados imprescindibles en esta batalla.