La gestión delegada permite al estanquero-delegado llenar la máquina con el tabaco y recoger, contar (la recaudación del cajetín), liquidar (las facturas de compra que el PVR-delegante tiene pendientes) y pagar su margen de venta al PVR.
Por hacer esta gestión delegada el estanquero-delegado NO puede cobrar ni un euro. Otra cosa es que el propietario de la máquina puede (debería) cobrar por cedérsela al PVR. El PVR paga al propietario de la máquina, que puede ser otra vez el estanquero, por el uso de la misma. Eso no es otra cosa que el alquiler de un bien mueble (la máquina) y esta sujeto a IVA.
La liquidación de la gestión delegada en que informamos al PVR del numero de paquetes vendidos y del margen que le corresponde y el documento de alquiler de la máquina deben estar totalmente diferenciados para que nadie pueda pensar que no estamos liquidando al PVR el recargo entero de 15 céntimos que le corresponde.
En gestión delegada el estanquero asume la responsabilidad en cuanto a la configuración de la máquina, visibilidad, precios y la correcta ubicación de las labores. La responsabilidad en cuanto a la correcta y legal ubicación de la máquina y del mando de acceso a menores es responsabilidad del PVR si este lo modifica posteriormente al alta.
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