El fracaso del paquete genérico

Todo va por modas. De pronto los australianos se inventaron esto del paquete antimarca y medio mundo corrió a apuntarse al carro. Esto del paquete genérico, o mejor decir antimarcas, es un paquete con el color más feo posible (verde oliva, gris oscuro) con fotos muy grandes y muy desagradables y sin los logos ni los diseños de las marcas.

De momento la moda restrictiva sigue en auge, ya empezamos con las bebidas azucaradas y los embutidos, y la sobreprotección al ciudadano contra sus propios vicios sigue siendo la norma. Pero todo este catequismo, ¿funciona realmente o seguimos pecando a escondidas? Porque esta claro que cuando un Estado anuncia reducción de consumo normalmente se refiere en realidad a las ventas de sus mayoristas. Es decir un descenso de las ventas de Logista a los estancos vendría a ser que se fuma menos. O no. También puede significar que el tabaco sale de otro sitio: Y que ya no paga impuestos. O lo que es lo mismo, cornudo y apaleado.

Según un reciente estudio de la Universidad de Melbourne, no hay caida significativa del consumo real, sólo del consumo “legal”. Como decíamos, los “datos” del gobierno australiano no coinciden con otros datos estadisticos de consumo. Para el Instituto Autraliano para la salud, fumaría un 12.2% y para los estdudios estadísticos un 16%. No quiero ni imaginar lo que pasaría en España con cajetillas feas y caras. El sueño gibraltareño. La fantasía andorrana. Los experimentos mejor para los otros. Tampoco en el Reino Unido se aprecia una bajada significativa del consumo desde la introduccion del paquete antimarca. Las consecuencias negativas sí son en cambio significativas. El genérico es más fácil de imitar. Las falsificaciones asiaticas, China y Corea del Sur, van en aumento, y sin tabaco lícito nadie sabe a ciencia cierta que fuma, ni hay protección a menores, ni nada. El consumo de tabaco ilícito ha crecido en Australia un 21 % desde la introduccion del paquete verdoso. Y se han perdido 5.500 millones en Impuestos. Un fracaso sin paliativos. Esperemos que al Gobierno no le de por copiar lo malo.