Hoy vencía el plazo. Pero Bruselas ha activado la prórroga tras una objeción enviada por Rumanía en el procedimiento TRIS.
España no podrá aprobar su nuevo Real Decreto antitabaco hasta, como mínimo, el 28 de julio. ¿El motivo? Seis países —Rumanía, Hungría, República Checa, Italia, Suecia y Grecia— han emitido opiniones detalladas en el procedimiento TRIS (procedimiento europeo que revisa si las nuevas leyes nacionales respetan el mercado interior de la UE), lo que obliga a extender el análisis europeo tres meses más. El freno europeo deja en pausa la controvertida normativa que pretendía regular cigarrillos electrónicos, bolsitas de nicotina y otros productos emergentes.
Seis países rompen la calma y activan la alarma
Lo que empezó como una observación aislada de Rumanía se ha convertido en una oposición coordinada de seis Estados miembros. Y en Bruselas, cuando se acumulan opiniones detalladas, la cosa va en serio.
La consecuencia directa: España no podrá aprobar nada hasta el 28 de julio como pronto. El calendario previsto por el Gobierno queda congelado.
La intervención de estos seis países no es menor. Sus objeciones obligan a Bruselas a estudiar el asunto a fondo. Y eso da alas al sector, que también ha hecho llegar sus quejas.
¿Qué motivos alegan? Libre circulación y falta de proporcionalidad
Los países oponentes no cuestionan la lucha contra el tabaquismo, pero sí el camino elegido. Argumentan que el Real Decreto español podría vulnerar la libre circulación de bienes en la UE y que carece de justificación suficiente.
También se pone sobre la mesa la falta de proporcionalidad de algunas medidas, que podrían discriminar productos ya autorizados en otros mercados comunitarios.
¿Qué quería cambiar España con este Real Decreto?
Básicamente, meter en cintura a los nuevos productos del tabaco. Entre ellos:
La norma proponía más control, más avisos, más limitaciones. Todo bajo el paraguas del nuevo Plan Antitabaco 2024-2027.
Europa pide pausa. Y el sector, claridad.
Desde asociaciones hasta fabricantes, muchos ven en esta norma una amenaza a la competencia y al comercio legal dentro del mercado único. Por eso el ruido ha cruzado fronteras.
Y lo que parecía un trámite rápido se ha convertido en una prórroga con sabor a bloqueo político y jurídico..
¿Y ahora qué?
España no podrá mover ficha hasta el verano. El Ministerio tendrá que esperar, negociar… o reformular. Y mientras, el sector sigue expectante.
¿El mensaje? En Bruselas nadie legisla solo. Ni siquiera con la mejor intención. Las reglas europeas son cosa seria.
Porque si vas a cambiar las normas del juego… primero pregunta si el árbitro está de acuerdo.