Estafadores y pícaros la toman con los estancos

La combinación de varias vías de ataque en una sola estafa es la última picaresca de los ciberdelincuentes, que con la pandemia se han cernido, de nuevo, sobre los estancos.

Llamadas y correos fraudulentos, SMS falsos, enlaces con troyanos… Imaginad todos o alguno de estos ataques combinados en una misma estafa… La cibercriminalidad en los comercios es un peligro real —muy real— y su objetivo es, primordialmente, robarnos los datos para hacerse con nuestro dinero.

Estos crímenes tienen su base en la suplantación de identidad de personas y empresas de nuestra confianza con las que trabajamos habitualmente los estancos: Logista, Iqos, LK Bitronic, empresas de paquetería… Son delincuentes profesionales y conocen bien nuestro sector.

▪ Empresa distinta, mismo fraude

¿De repente os llama el director general de una gran tabaquera? ¿O alguien con mucha prisa para entregaros material de seguridad, informático, o mercancías? La mecánica es parecida en muchos casos, con algunas variantes: una persona se pone en contacto con el estanco y presiona a los trabajadores para que realicen una transferencia o pagos inmediatos por algo que supuestamente ha encargado el titular.

Para añadir veracidad al asunto, pretenden ser alguien de nuestra confianza —un comercial, técnico, o servicio de atención al cliente de alguno de nuestros proveedores más allegados, etc. —, y en ocasiones simulan encontrarse junto al titular del estanco en ese preciso momento. La llamada puede ser altamente creíble porque disponen de datos muy personales y grabaciones de su voz.

Además de la llamada telefónica, también podríamos recibir un SMS o un correo electrónico acompañantes que añadirían complejidad a la transacción. Este tipo de estafa combinada puede resultar muy realista. Tanto es así que empresas como Philip Morris Spain han emitido ya un comunicado oficial alertando del fraude.

Os aconsejamos mucha prudencia y, ante la menor duda, poner los hechos en conocimiento de las autoridades.