Prohibir los sabores en el vapeo no es regular, es acabar con el mercado. Con solo el 13% de usuarios en sabor tabaco, ¿qué futuro queda?
Prohibir todos los sabores de vapeo excepto el tabaco podría parecer una medida efectiva para reducir el consumo, pero los datos demuestran lo contrario. Esta restricción afectaría principalmente a los fumadores adultos que han encontrado en los sabores una herramienta clave para dejar el tabaco. Analizamos por qué esta prohibición es un error y qué consecuencias puede traer.
Los sabores, la clave para dejar el tabaco
El éxito del vapeo como herramienta para abandonar el tabaco radica, en gran parte, en su variedad de sabores. Según el estudio AFI (2024), el 62% de los vapeadores han dejado de fumar por completo gracias al cigarrillo electrónico, y el 78% declaró que fue el vapeo el principal factor que les ayudó a reducir su consumo de tabaco.
El sabor a tabaco, paradójicamente, no es el más popular. Apenas un 13% de los vapeadores elige este sabor, mientras que el 87% prefiere opciones frutales, dulces o mentoladas. Limitar la oferta a un solo sabor haría que muchos usuarios perdieran el incentivo que los mantiene alejados del cigarrillo tradicional.
Datos que no podemos ignorar
- El 87% de los vapeadores prefiere sabores distintos al tabaco.
Según estudios recientes, los líquidos frutales y dulces son los favoritos, destacándose como una herramienta efectiva para mantenerse alejados del cigarrillo tradicional.
- Los sabores aumentan las probabilidades de éxito.
Un estudio internacional reveló que los vapeadores que utilizan líquidos con sabores frutales tienen hasta un 44% más de probabilidades de dejar el tabaco en comparación con quienes usan sabores de tabaco.
- Los adultos también importan.
Aunque las políticas suelen centrarse en proteger a los jóvenes, los adultos representan la gran mayoría de los vapeadores. Ignorar sus necesidades es contraproducente para los objetivos de salud pública. Además, los estudios han demostrado que las restricciones de sabores no han logrado disminuir el uso de vapeadores entre menores, pero sí han impulsado el regreso al tabaco tradicional.
Lo que sucede cuando solo queda el sabor a tabaco
Eliminar sabores frutales, mentolados y dulces no desincentivará el vapeo. En cambio, empujará a los usuarios hacia dos escenarios preocupantes:
- Regreso al tabaco tradicional.
El informe de AFI (2024) concluye que aquellas provincias con mayores ventas de vapeo han registrado una mayor reducción en las ventas de tabaco entre 2017 y 2023. Si se eliminan los sabores, muchos exfumadores podrían volver al cigarrillo. Fuera de nuestras fronteras, estudios en Dinamarca y Estonia han demostrado que las prohibiciones de sabores llevan a muchos exfumadores a retomar el cigarrillo convencional, que ya sabemos que es más dañino. En Dinamarca, tras una prohibición parcial, el tabaquismo juvenil aumentó un alarmante 35%.
La demanda de sabores no desaparecerá. En Países Bajos, donde la prohibición de sabores es total, el 80% de los vapeadores adquiere productos ilegales. Estos líquidos no regulados suponen un riesgo para la salud y eliminan cualquier control sobre la venta a menores. En Estonia y Dinamarca, tras la prohibición de sabores, entre el 58% y el 89% de los vapeadores siguieron consumiéndolos mediante canales ilegales. En España, el 54% de los usuarios declararon que seguirían comprando sabores prohibidos si se implementa la prohibición.
- Impacto económico negativo.
La cadena de valor del vapeo en España generó 317 millones de euros en 2023 y 4.630 empleos. Si la prohibición de sabores se aprueba, se perdería el 83% del valor añadido del sector (263 millones de euros) y hasta 3.820 empleos a corto plazo, según AFI (2024).
Prohibir no es la solución, regular sí
Eliminar los sabores no es la respuesta para proteger a los jóvenes. En su lugar, se pueden implementar medidas más efectivas:
- Regulación estricta de ventas.
Venta controlada en estancos, evitando la venta en comercios no regulados y controles más rigurosos para evitar el acceso de menores.
- Campañas educativas.
Informar sobre los riesgos del vapeo y el tabaquismo para fomentar un consumo responsable.
- Restricciones de marketing.
Evitar empaquetados llamativos o nombres atractivos para menores, sin eliminar todas las opciones para los adultos que prefieren una alternativa al tabaco tradicional.
El sabor del cambio
Los datos son claros: los sabores son una herramienta crucial para que los fumadores adultos dejen el tabaco. Reducir la variedad de opciones no solo amenaza su éxito, sino que también fomenta problemas mayores como el regreso al tabaquismo y el auge del mercado negro.
Proteger a los jóvenes es importante, pero no a costa de perjudicar a quienes buscan alternativas menos dañinas. Regular de manera inteligente, manteniendo sabores disponibles para adultos responsables, es el camino hacia una solución que beneficie a todos. Porque el cambio sabe mejor cuando se elige, no cuando se impone.