Descubre en qué país se prohibieron los sabores hace 2 años y, para sorpresa de nadie, se siguen consumiendo igual… pero ahora desde el mercado negro.
¿Prohibir o regular?
Hace dos años, un país europeo decidió aplicar mano dura. La prohibición de sabores en vapers, salvo tabaco y mentol.
La intención era clara: reducir el atractivo de estos productos entre los más jóvenes.
Dos años después, tenemos cifras para juzgar si esa estrategia ha funcionado.
¿Resultado? Los sabores prohibidos siguen siendo los más consumidos, y ahora además circulan por el mercado negro.
España debería tomar nota antes de copiar ese error.
Los datos oficiales confirman que la prohibición de sabores en vapers fracasa
El país en cuestión es Dinamarca, que en abril de 2022 prohibió el uso de sabores en los cigarrillos electrónicos —tanto con como sin nicotina—, permitiendo únicamente los de tabaco y mentol.
Dos años más tarde, la encuesta nacional danesa sobre hábitos de consumo de nicotina (Danskernes rygevaner 2024) muestra un resultado contundente:
Es decir, los sabores que se intentaron eliminar siguen siendo mayoría absoluta.
Y no, no se compran en estancos.
Del canal legal… al mercado negro
Los datos oficiales del Gobierno danés lo dejan claro: la demanda no desaparece, simplemente cambia de canal.
Y ese canal, ahora, es completamente opaco: sin control sanitario, sin trazabilidad, sin impuestos, y fuera del alcance de las autoridades.
Lo prohibido no deja de existir. Solo deja de estar regulado.
España planea lo mismo… pero aún está a tiempo
El Gobierno español ya trabaja en un Real Decreto que podría incluir restricciones similares sobre los sabores. Si sigue adelante, corremos el riesgo de repetir el error danés.
Por suerte, el Consejo Europeo ha frenado este modelo a nivel comunitario, consciente de sus efectos secundarios. Pero en clave nacional, el debate sigue abierto.
Regular funciona. Prohibir mal, no.
Todos compartimos el objetivo: evitar que los jóvenes accedan a productos con nicotina.
Pero los datos ya han demostrado que prohibir no funciona. El caso danés muestra que no reduce su consumo. Lo traslada.
Lo que sí funciona es regular bien: trazabilidad, fiscalidad, control y venta responsable.
España está a tiempo de evitar los errores de la prohibición de sabores en vapers si opta por regular bien en lugar de prohibir mal.
Hace falta regular con inteligencia y mantener el control en el canal legal. Porque cuando el producto desaparece del estanco… aparece en cualquier otro sitio. Y eso no protege a nadie.