La pandemia por coronavirus que está azotando en todo el mundo, y especialmente en España, ha hecho tambalear los espacios seguros de nuestras ciudades, conminando a todos los ciudadanos a cumplir con medidas sanitarias extraordinarias que ayuden a frenar su expansión. Entre ellas, recientemente se ha aprobado la más polémica y que afecta directamente al sector del tabaco: la prohibición de fumar en la vía pública, incluyendo las terrazas de los bares, cuando no se pueda respetar una distancia interpersonal mínima de dos metros.
Por mucho que esta medida nos duela como aficionados, debemos apelar a nuestra responsabilidad civil y acatar esta nueva normativa, dadas las circunstancias excepcionales, y hasta que estas desaparezcan. Que lo harán. O eso, al menos, esperamos.
Todo ello nos obliga a buscar alternativas caseras para seguir disfrutando de nuestra pasión, al menos hasta que los tiempos mejoren. En este artículo, queremos orientaros sobre qué aspectos hay que tener en cuenta para fumar cigarros en el propio hogar, ya que, hasta nueva orden, es el único lugar donde podemos saborear nuestros tesoros tabaqueros con la garantía de comodidad y seguridad.
01 – CREA TU PROPIO RINCÓN DEL FUMADOR
Generalmente, esto es necesario cuando compartes vivienda con amigos o pareja que no comparte tu afición. Ya sabemos que la convivencia es un arma de doble filo y hay que saber negociar hasta alcanzar un acuerdo con el que ambas partes estén satisfechas. No es necesario emular a la Guerra de los Rose para asignar, de toda la casa, un espacio exclusivo para tu disfrute tabaquero.
El despacho, un balcón o incluso esa habitación de los trastos puede ser tu puerta de escape del mundo para dar rienda suelta a tu pasión. Cuida este rincón como si fuera una extensión de tu cuerpo, decóralo a tu manera para que te haga la vista más agradable, y deja que te arrope en esos momentos vitales mientras disfrutas de la experiencia tabaquera. Tu espacio, tu momento.
02 – PLANIFICA TUS TIEMPOS DE DISFRUTE
Un cigarro se saborea mejor cuando le dedicas el tiempo que necesita. No te dejes embaucar por el conejo blanco de Alicia, que se pasaba todo el cuento sufriendo («Ay, Dios. ¡Que voy a llegar tarde!»), porque en este País de las Maravillas del Tabaco, no parar de mirar la hora en el reloj es contraproducente, cuando no, un síntoma inequívoco de que ese cigarro no es el alma gemela que te complementa.
Los cigarros perfectos son los que te hacen perder la noción del tiempo, como si estuvieras por primera vez enamorado, y con ellos aprecias la importancia de darle la (casi) exclusividad de tu compañía. Evita interrupciones no deseadas en tu rincón del fumador avisando con antelación de los momentos elegidos para tu disfrute, y negocia, si es necesario, las franjas horarias a las que dedicar según qué actividades. Tu momento, tu espacio.
03 – HAZTE CON UN SISTEMA PARA ELIMINAR EL OLOR DEL TABACO
A los no fumadores normalmente les molesta que el humo de un cigarro sea el protagonista en su espacio nasal y colonice todas las esquinas de la casa (nota para incrédulos: a algunos fumadores de cigarros también les pasa). Afrontar este problema con éxito es condición sine qua non para que la relación con nuestro conviviente perdure.
[ads1]Soluciones perfectas no existen, pero algunas se aproximan. Orear la casa siempre es recomendable, pero es un método con limitaciones (choca con la climatización deseada del lugar y necesita de largo tiempo, y trabajos de limpieza complementarios, para que haga efecto).
Por otro lado, el uso de ambientadores es, a la larga, una paliza olfativa, porque sólo camuflan el olor que no nos gusta con otro más potente, por lo que no conseguimos el objetivo de partida que es un ambiente inodoro. Para eliminar el olor del tabaco, en el mercado podemos encontrar de sistemas realmente potentes y efectivos, con rangos de alcance y precio que se adaptan a todos los espacios y bolsillos de los aficionados.
Entre los más demandados y útiles se encuentran: lámparas catalíticas, extractores de humo, purificadores de aire y ozonizadores. Puedes preguntarle a tu estanquero cuál es el mejor en tu caso particular.
04 – SÁCALE PARTIDO A TU JARDÍN / TERRAZA / BALCÓN
Lamentablemente, no todo el mundo tiene una casa que cuenta con un rincón al aire libre, ya sea en forma de balcón, de terraza o de jardín. Pero si eres de los afortunados, no dudes en apropiarte de este pequeño pedazo de cielo en la tierra y sacarle el mayor provecho para disfrutar de tus cigarros preferidos.
Lo único que puede destrozar el privilegio de fumar en estos espacios son las condiciones climatológicas desfavorables (mucho calor, mucho frío, viento, lluvia… o vecinos escandalosos). Por lo demás, es el lugar perfecto para ahorrarte los consejos del punto tres de este artículo.
05 – SI TODO LO ANTERIOR FALLA… ¡REBÉLATE!
Sabemos por Murphy y su famosa ley que todo lo que puede fallar, ten por seguro que acabará haciéndolo. En ese caso, contempla opciones radicales, pero igualmente efectivas, tales como el divorcio, vigente en España desde 1981, cuando sientas que tu cigarro es más satisfactorio que tu pareja; emanciparte de tus amigos de piso, cuando el olor de sus zapatos siga sin tener restricciones legales sanitarias ni tasas a la altura de tus cigarros; o el exilio a países donde fumar no sea temido ni tenido como el fuego del demonio. En todo caso, recuerda que hay otros infiernos, pero están en este.