El impuesto sobre la nicotina. ¿Buenas noticias?

¿Se avecina una regulación diferente para la nicotina? Te contamos cómo este cambio puede alterar el monopolio en los estancos.

Un nuevo impuesto nunca suena como una gran noticia, ¿verdad? Sin embargo, en este caso, el posible impuesto a la nicotina trae una oportunidad de cambio en la regulación. Este sería un primer paso hacia una legislación (y fiscalidad) diferenciada que podría suponer un gran cambio para el sector.

Equiparación vs. regulación diferenciada

Hasta hace poco, la palabra «equiparación» era la favorita del Gobierno español. Su postura era clara: vapers, tabaco calentado, cigarrillos tradicionales… todo era «lo mismo». Bajo esta perspectiva, los productos de nicotina debían regirse por las mismas reglas estrictas que el tabaco. Esto implicaba, por supuesto, la misma fiscalidad y restricciones.

El Ministerio de Hacienda, en su último anteproyecto de ley sobre el mercado de tabacos, parecía ir en esa línea: equiparar la regulación de todos estos productos. Aunque el proyecto aún no ha salido a la luz, dejaba ver una intención de incluir los vapers dentro del Monopolio de Tabaco. ¿Qué significaba esto? Precios regulados, permisos del Comisionado, y, lo más importante, la exclusividad para los estancos en la venta de estos productos.

¿Y ahora qué cambia?

El anuncio de un impuesto específico para la nicotina abre la puerta a una regulación distinta entre productos de tabaco y productos de nicotina. Esto es positivo para el sector, que lleva años defendiendo que estos productos, menos dañinos que el tabaco, necesitan una normativa propia y fiscalmente menos estricta.

Sin embargo, esta diferenciación también trae un inconveniente para los estanqueros: si el producto de nicotina se regula aparte, se aleja la posibilidad de incluirlo en el monopolio. Esto significa que la exclusiva de venta para los estancos podría quedar fuera de alcance, a menos que el Gobierno establezca una normativa específica.

¿Monopolio o mercado libre?

En España, la normativa tiende a confiar a los estancos la gestión de productos «sensibles», como el tabaco. Pero si la nicotina sigue un camino normativo separado, sería necesario encontrar otra manera de concederles la exclusiva de venta. Esto no será fácil, pero podría ser posible si el Gobierno se decanta por una normativa a medida.

¿Buena noticia? Depende de cómo se mire

En resumen, la idea de un impuesto específico para la nicotina puede marcar el comienzo de una regulación diferenciada que beneficie tanto a consumidores como al sector. Sin embargo, para los estanqueros, la batalla por la exclusiva de venta aún está en juego. Veremos si este cambio en el enfoque normativo resulta realmente en una ventaja…

Equiparación o trato diferenciado, monopolio o libre mercado, limitación de puntos de venta o exclusiva, las nuevas normas se balancearan sobre estos principios. Habrá que esperar a que las notas de prensa pasen a borradores y, de ahí, al BOE. Hasta entonces, toca seguir de cerca el debate.