PVRs al límite: inspecciones, impuestos y multas

Los PVR están en la cuerda floja: prohibiciones, inspecciones y trabas fiscales los asfixian. Descubre las razones ocultas y lo que nadie te cuenta sobre su futuro.

Hacienda ha puesto su lupa sobre las máquinas expendedoras de tabaco. Los estancos se ven obligados a justificar cada céntimo del IVA, incluyendo los 15 miserables céntimos de recargo. Un control que agota a los pequeños negocios.

Fumar en terrazas: prohibido vender donde no se puede consumir

La prohibición de fumar en terrazas impacta directamente a los puntos de venta con recargo (PVR)en hostelería. Venden tabaco en espacios donde ya no se puede fumar. Absurdo.

La batalla de horarios

Muchos estancos amplían horarios y abren en festivos. El segundo canal no puede competir. La desigualdad es evidente y la balanza se inclina en contra.

Adiós al efectivo, adiós a las ventas

La gente ya no lleva dinero en efectivo. El pago con tarjeta es tendencia, pero los sistemas de pago para máquinas son un obstáculo. Las Apps y tarjeteros podrían ser la solución, pero las trabas burocráticas lo complican todo.

Franquicias sin máquinas, menos puntos de venta

Cada vez son menos los establecimientos franquiciados que mantienen máquinas expendedoras. La rentabilidad disminuye, los costes aumentan y la incertidumbre se adueña del sector.

Más trabajo, menos rentabilidad

A esto se suma la carga de gestión delegada, que no se puede cobrar. Las inspecciones de la Guardia Civil pueden llegar en cualquier momento. Actas, multas y recursos complican aún más la situación.

Bancos y efectivo: una relación tensa

Cada vez es más difícil ingresar la recaudación en efectivo. Los bancos ponen límites, aumentan comisiones y crean más problemas de los que resuelven.

Problemas técnicos y competencia desleal

Averías, monedas encalladas, robos, seguros, descuentos suicidas, informes de venta, facturas, trazabilidad, permisos… La lista de problemas no deja de crecer.

Una crisis silenciada

El sector del segundo canal está en crisis. Mientras los grandes grupos y tiendas de conveniencia sobreviven, la mayoría se hunde en el silencio. Parece que a algunos les conviene que desaparezca.

Sanidad y la «mano negra»

Sanidad cree que hay demasiados puntos de venta. Considera que las máquinas son promoción encubierta del tabaco. Si desaparecen, nadie moverá un dedo. No lo prohíben, pero lo ahogan. Lo dejan morir solo.