La contaminación mata más que el tabaco al aire libre, pero nadie habla de ello. Descubre por qué el humo del coche es peor que el de un cigarro.
En los últimos años, el debate sobre fumar al aire libre en terrazas ha estado en boca de todos. Pero, ¿es realmente el humo de un cigarro en la terraza el villano? ¿O la verdadera amenaza la tenemos justo en el aire que respiramos? Vamos a entrar al meollo de la cuestión, y tal vez te lleves una sorpresa.
La gran amenaza: La contaminación
La contaminación atmosférica, con sus partículas finas flotando en el aire, es mucho más peligrosa que el tabaco cuando se trata de riesgos para la salud en espacios abiertos. Estas partículas, que provienen de fábricas, tráfico y hasta incendios, se han ganado el título de asesinas silenciosas. De hecho, se ha demostrado que las partículas finas en el aire son el mayor riesgo externo para la salud humana.
Cada año, la contaminación del aire provoca más de 300.000 muertes prematuras en la Unión Europea. Un dato que debería hacernos reflexionar: reducir los niveles de partículas contaminantes podría sumar esperanza de vida a cualquier persona en el mundo. No está mal, ¿verdad?
Las partículas finas: El verdadero enemigo
¿Qué tiene la contaminación que la hace tan peligrosa? Las llamadas partículas finas (PM2.5), invisibles pero mortales, son las responsables de graves problemas de salud. Según la OMS, están relacionadas con el 36% de los casos de cáncer de pulmón, el 34% de los accidentes cerebrovasculares y el 27% de las cardiopatías. Y lo peor es que en prácticamente toda Europa, con pocas excepciones, los niveles de contaminación superan lo recomendado.
Si todos cumpliéramos con las normas de la OMS sobre PM2.5, ganaríamos en promedio siete meses de vida. Suena bien, ¿no? Pero claro, eso implicaría más presión sobre ciertas industrias. ¿No será por eso que la atención sigue tan centrada en el humo del tabaco?
Fumar en terrazas: Sin riesgos comprobados
Cuando se habla de fumar en espacios abiertos, los datos científicos no respaldan una amenaza significativa. A lo largo de los años, no se ha encontrado evidencia concluyente de que fumar en terrazas perjudique la salud de los que están alrededor. La exposición al humo en espacios cerrados, como en casa o en la oficina, tiene muy poco riesgo, pero en espacios abiertos… no existen datos que justifiquen el miedo, ¿por qué seguimos culpando al humo del tabaco cuando estamos en la calle?
¿Deberíamos mirar hacia otro lado?
Es hora de redirigir nuestra atención. ¿Por qué no hablamos más de la contaminación del aire y menos del humo en las terrazas? La realidad es que los coches, las fábricas y otras fuentes de contaminación están impactando mucho más en nuestra salud que un cigarro al aire libre. Como sociedad, tal vez sea el momento de pedir medidas más efectivas contra la contaminación en lugar de centrarnos en prohibiciones que no aportan nada.