La prohibición de sabores en vapers ha generado el efecto contrario en Canadá: el mercado negro crece sin control. ¿Porqué aquí no iba a pasar lo mismo?
Un año después de la prohibición de los sabores en vapers en Quebec, el mercado negro ha florecido. Lo que parecía una medida para controlar el consumo, está generando resultados contradictorios. Según una encuesta de Leger, el 61% de los vapeadores canadienses admiten comprar productos de sabor de forma ilegal. El objetivo de “liberar” el mercado de estos productos parece haber empujado a muchos consumidores a buscarlos en canales no regulados.
Compras clandestinas: la realidad de un mercado no regulado
La encuesta revela datos sorprendentes. Casi la mitad de los vapeadores, el 47%, sabía que estaba comprando algo ilegal. Es decir, los consumidores no solo están dispuestos a buscar estos productos, sino que son conscientes de que los están adquiriendo fuera de la ley.
¿Dónde consiguen estos productos? Un 40% los adquiere en tiendas de vapeo, y el 31% en internet. ¿Qué sabores prefieren? Las frutas se siguen llevando el premio, con un 43% de preferencia, muy por encima de otros sabores como la menta (19%).
¿Por qué el mercado negro está ganando?
Eric Gagnon, de Imperial Tobacco Canada, no se muerde la lengua: “Si el objetivo del gobierno era crear un mercado de vapor libre de impuestos y no regulado, entonces bien hecho y misión cumplida”, ironizó en un comunicado. Y la razón parece simple: la prohibición no ha logrado reducir el consumo, sino que lo ha trasladado a un terreno incontrolable.
En Canadá, la aplicación de la normativa parece débil. Solo el 38% de las tiendas han sido inspeccionadas, y apenas 28 establecimientos han recibido multas, a pesar de que la mayoría incumple las reglas.
En España, las reglas son otras
Aquí, las sanciones en el sector de los estancos son otro mundo. En una expendeduría, no cumplir con la normativa significa enfrentarse a multas de al menos 12.000 €. La cifra puede llegar a los 120.000 € o, incluso, a la pérdida de la licencia. Un riesgo que nadie estarían dispuestos a asumir.
¿Qué podemos aprender de Canadá? La prohibición de sabores ha disparado el mercado ilícito de vapers, convirtiéndolo en un problema difícil de controlar. Productos sin control de calidad, reducción de la recaudación de impuestos, proliferación de mafias…
La realidad de Quebec nos invita a reflexionar: si medidas similares se aplicaran en nuestro país, ¿que nos puede hacer pensar que no ocurriría exactamente lo mismo?