Hay estancos que llevan décadas en un mismo barrio, siendo una importante parte del vecindario y de la vida de sus residentes. Para los vecinos, estos locales tienen nombre y apellido, y a menudo son más que un comercio: son un punto de encuentro, de referencia, un lugar que ofrece un trato cercano a sus clientes y les tiende una mano en las pequeñas transacciones del día a día. Sin embargo, no dejan de ser negocios, siempre a la búsqueda de la rentabilidad y el aumento de los ingresos. ¿Es compatible buscar mejorar el negocio a la vez que se lleva a cabo esa labor por la comunidad? Desde luego que sí, cuando se ofrecen servicios que cubren una necesidad real de sus vecinos.
En este sentido, en los últimos años el cierre masivo de sucursales bancarias ha dificultado a muchos vecinos del barrio el poder hacer transacciones tan sencillas como retirar o ingresar efectivo. Además, hay colectivos que echan de menos el trato humano ya que no se desenvuelven bien con la tecnología (los mayores, por ejemplo). Para devolver este servicio a los barrios, Nickel ofrece un modelo apoyado en una red de Puntos Nickel: negocios locales, principalmente estancos, en los que los clientes pueden ingresar y retirar efectivo de sus cuentas. Es una transacción tan rápida y familiar como comprar un mechero, en el estanco de siempre. Nickel se lanzó en España en 2021, y ya hay más de 1.600 Puntos Nickel por todos los rincones del país.
En Francia, donde Nickel nació en 2014, ya cuenta con más de 7.000 Puntos Nickel, estancos la inmensa mayoría. Estos estancos llevan años ayudando a devolver un servicio de acceso al efectivo a la población, y permitiendo a sus vecinos tener una cuenta para su día a día. Después de casi 10 años de imparable éxito en el país galo, alcanzando más de 3 millones de clientes, recientemente se decidió llevar a cabo un estudio entre sus socios estanqueros franceses[1] para entender cuál había sido su experiencia ofreciendo el servicio todos estos años, y cómo había impactado en su negocio.
Los resultados de la encuesta han dejado claro que, para los estancos, convertirse en Punto Nickel supone mucho más que añadir un nuevo producto rentable a su escaparate.
Ser Punto Nickel sale a cuenta
Por un lado, corroboraron que Nickel es una nueva fuente de ingresos directa, pues los negocios se llevan una comisión por operación y ser Punto Nickel no requiere ningún tipo de inversión por su parte. Además, es también una fuente de ingresos indirecta, por la mayor afluencia de clientes hacia el local: 9 de cada 10 estanqueros afirmaron haber captado nuevos clientes tras convertirse en Punto Nickel. Y es que, para la gran mayoría (84%), los clientes Nickel aprovechan la visita para consumir otras cosas, aparte de las transacciones asociadas a su cuenta. Esta diversificación de la actividad es clave para el futuro de los estancos, en los tiempos que corren.
Más allá del factor económico, los titulares de los estancos reportaban algo poco común en los negocios: sienten orgullo de ser Punto Nickel por la labor social que desempeñan. Más de 8 de cada 10 (83%) de los estancos entrevistados en Francia sentían que su rol en la comunidad ahora era más importante.
Por un lado, la facilidad de apertura de la cuenta Nickel (sin papeleos, sin condiciones) hace que mucha gente que tiene dificultades para abrirse una cuenta en un banco tradicional encuentre las puertas abiertas en Nickel. Los estanqueros citaban esto como algo muy valioso para ellos: “es innegable nuestro rol social a la hora de ayudar a algunos de nuestros clientes a abrir una cuenta. Para ellos, tener una cuenta lo cambia todo”, afirmaron.
Por otro lado, convertirse en puntos de acceso al efectivo les ha impulsado como eje esencial en su zona. En Francia, el 40% de los Puntos Nickel están en zonas rurales, donde viven una situación similar a la “España Vaciada”, es decir, que sufren los efectos de la despoblación y la desaparición de servicios. “Donde estoy es imposible sacar dinero. Me hice Punto Nickel para ayudar a la gente, menos mal que estamos aquí”, afirmaba un titular.
El estudio refleja el efecto de los últimos 9 años de Nickel en el país vecino, y sus Puntos Nickel se proyectan con optimismo en el futuro: más de tres cuartas partes (77%) de los estanqueros franceses consideran que Nickel ha mejorado considerablemente las perspectivas futuras de su profesión.
¿Van los estancos españoles por el mismo camino que nuestros vecinos? A juzgar por las cifras, está claro que sí: en apenas tres años, suman 1.600 y se abren más y más cada día. Y es que allí, como aquí, y como en todo el mundo, la mejor solución siempre es aquella en la que todos salimos ganando.
Para más información sobre Nickel, escribe a puntodeventa@nickel.eu o llama al teléfono 917 877 118
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[1] El estudio se realizó entre septiembre y diciembre de 2022 por la agencia independiente Archipel&Co. Por un lado, se hicieron 150 entrevistas en profundidad a empleados, clientes y titulares de estancos Puntos Nickel. Además, se realizaron encuestas, recogiendo respuestas de 891 clientes y 754 Puntos Nickel.