Hoy hace un año que entro en vigor en nuestro país la obligación de trazar todo el tabaco que movemos en nuestro estanco según la Orden HAC/1365/2018, de 12 de diciembre, por la que se aprobaban las normas técnicas relativas a la trazabilidad y las medidas de seguridad de los productos del tabaco, en desarrollo de los artículos 21 y 22 del Real Decreto 579/2017, de 9 de junio, por el que se regulan determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados. Y todo ello, como transposición de la directiva europea 2014/40/UE.
En resumen, una normativa europea de 2014 que España se tiró 4 años en trasponer, fuimos los últimos, y entonces claro todos a correr que no llegábamos. Aunque muchas asociaciones y estanqueros solicitaran un prorroga en la entrada en vigor de la trazabilidad, porque después de casi cinco años la querían implementar en 3 meses, no se les hizo ni caso y llego la fecha: 1 de octubre de 2019.
[ads1]Y en seguida los problemas y la improvisación. Problemas con las entregas de la SGS. Problemas con el cobro de los dispositivos, en muchos casos abonados con anterioridad, cuando nos habían prometido que no tendríamos que adelantar nada. Problemas con el email que se debía responder para estar de alta en la fabrica de la moneda para poder dar de alta a los PVR. Luego problemas porque faltaban los códigos de proveedor. Problemas con el cambio de expendeduría en un PVR, con lo que nadie pensó, y que generó innumerables quejas.
Inspecciones por parte de la SGS. Se empezó a trazar sin que todas las precintas estuvieran preparadas con el código. Errores en los repositorios. …
No podemos enumerar todos los problemas que generó la implantación de la trazabilidad entre las más de 13.000 expendedurías que existen en España. Vaya que lo del 1 de octubre fue casi un milagro, porque, aunque muchos estanqueros no empezaron hasta unos días después, la mayoría sí lo hizo.
Pero algo sí podemos asegurar, el trabajo ha aumentado sin que se note beneficio alguno.
Ahora ya solo falta que aparezca la ley donde se enumeren las sanciones y sus importes según el incumplimiento. Ya la están redactando. A rezar toca.